Jorge Fernández (48) ha atravesado un verdadero calvario. Este alicantino criado en el País Vasco, que llegó a debutar con el Baskonia en ACB y fue Míster España, lleva 14 años al frente de La Ruleta de la Suerte y siempre se ha declarado un ferviente defensor de unos hábitos de vida saludables.

Pero en los últimos tiempos, la enfermedad de Lyme, provocada por una bacteria, la Borrelia, transmitida principalmente por la picadura de una garrapata, le ha hecho pasar momentos muy complicados. Y es que esta dolencia, que han sufrido otros rostros conocidos como Avril Lavigne y Justin Bieber, puede convertir la vida de quien la sufre en un verdadero infierno que comienza con la incertidumbre en cuanto al diagnóstico, pues no siempre es inmediato. Además, puede llegar a ser incapacitante puesto que se manifiesta con dolencias de tipo neurológico y locomotor, y es especialmente desconcertante porque reproduce síntomas de enfermedades diferentes como la fibromialgia o la artritis reumatoide.

"Yo tuve enfermedad de Lyme y lo pasé mal hasta que me diagnosticaron qué tenía. Para mí la salud es lo más importante que hay, y cuido muchísimo la alimentación. También le doy mucha importancia al deporte, al descanso y al manejo del estrés. Si cuidas esos cuatro pilares tu salud te lo agradecerá", confesaba Jorge Fernández en los micrófonos de Carrusel Deportivo a finales de abril.

Pero lo cierto es que mucho antes de dar con la tecla, en los últimos cuatro años Jorge Fernández ha tenido que convivir con una sintomatología desquiciante: cansancio, dolores articulares, dispepsias funcionales, con inflamaciones abdominales y diversos problemas gástricos que le hicieron perder casi 10 kilos.

Una travesía por el desierto que le llevó a consultar a diversos especialistas que no terminaban de dar con un diagnóstico claro. Fue su propia obstinación personal la que finalmente dio sus frutos al investigar y solicitar una analítica específica para algunos tipos de bacterias. Y ahí estaba la Borrelia, pero también la Babesia y la Bartonella.

A partir de descubrir que tenía la enfermedad de Lyme fue cuando Jorge Fernandez pudo encauzar definitivamente su salud al poder tratar su dolencia con antibióticos. Y, aunque todavía sigue recuperándose, a tenor de las últimas imágenes que ha compartido en sus perfiles sociales, va por el buen camino ya que vuelve a tener un físico envidiable.

“Entre la foto de la izquierda y la de la derecha han pasado 12 meses exactamente. ¿Qué diferencia hay entre una foto y otra? ¿Que he podido hacer para que en un año la diferencia sea considerable? Lo primero, ser consciente de mi situación, de mi problema, de mi debilidad. Eso me llevó a estudiar mucho sobre toda la sintomatología que hacía q estuviera débil. Cuanto más sabía, más me ayudó a centrar el tiro de qué necesitaba y de qué profesionales tenía que depender. No todos valen para ciertos momentos claves y críticos. Pero esta ayuda médica (que es indispensable), no sería eficaz si uno no se pone un día delante del espejo y dice se acabó”, asegura Jorge Fernandez.

“Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para terminar con esto. Todavía me queda mucho camino por recorrer para estar al 100%, pero por lo menos sé cuál es mi camino”, añade el presentador, que lanza un mensaje.

“Las causas por las que llegamos a estar así durante años, pueden ser muchas: picadura de una garrapata y consiguiente Borrelia, Babesia, Bartonella… intoxicación por metales pesados, plásticos, pesticidas e hidrocarburos (no os podéis hacer una idea de lo contaminados que estamos sin saberlo), semilleros de bacterias en la boca años después de la extracción de una muela. Y como no da síntomas, ni nos enteramos de que hay infección por bacterias en todo el organismo que afecta la flora de nuestra microbiota, generando disbiosis y alterando nuestro sistema inmunológico. Pueden existir mil razones que ni tus médicos te han hablado de ellas, pero cuando llevas años mal, no puedes depender de lo convencional. Eres tú contra tu sintomatología. Sólo quiero transmitir que con unos hábitos saludables y con la ayuda de los profesionales adecuados según el problema, las cosas empiezan a solucionarse”, concluye.