A la cuarta fue la vencida. Tras haber estado nominado en tres ocasiones (Gladiator, Walk the line, The Master) a los Oscar y rozar la estatuilla con los dedos, finalmente se cumplieron los pronósticos y Joaquin Phoenix (45) se hizo con el Oscar al mejor actor protagonista por su trabajo en Joker, el filme de Todd Phillips que relata los orígenes del icónico villano de DC Comics.

El actor nacido en Puerto Rico y que ha tenido que enfrentar diversos dramas personales, como la muerte de su hermano River Phoenix en 1993, se ha impuesto a Adam Driver (Historia de un matrimonio), Jonathan Pryce (Los dos papas) y Leonardo DiCaprio (Érase una vez en... Hollywood) y al español Antonio Banderas, nominado por Dolor y gloria, el filme de Pedro Almodóvar.

Y eso que el reto de Joaquin Phoenix era mayúsculo. No solo tenía que meterse en la piel de uno de los personales más icónicos del universo DC Comics, sino que además su interpretación iba a ser mirada con lupa tras el enorme trabajo de Heath Ledger como el Joker en El Caballero Oscuro, que precisamente le valió el Oscar en 2009, aunque falleció un año antes de poder recogerlo a causa de una sobredosis de medicamentos.

Desmiente los rumores sobre su dieta

Pero el norteamericano de origen puertorriqueño, se ha metido a crítica y público en el bolsillo con una interpretación sublime, una más en su carrera, y se ha aupado al olimpo de actores que pueden presumir de haber sido galardonados con el premio más prestigioso del cine. Pero no fue un camino fácil ya que meterse en la piel del Joker le exigió algunos sacrificios a nivel físico.

"Por supuesto, es muy complicado perder peso, pero haces lo que es necesario para interpretar el personaje. Ya he pasado antes por el proceso, por lo que sabes exactamente qué esperar. Aunque quizá por ese mismo motivo lo temes más. Recuerdo la primera vez que perdí mucho peso. Fue extremadamente difícil y no sabía realmente lo que estaba haciendo. Era algo nuevo. Ahora que la sensación de hambre es algo familiar, da respeto", aseguraba en una entrevista concedida a 'Inquirer'.

Para interpertar al Joke, Joaquin Phoenix, se sometió a una dieta restrictiva que ha tenido que explicar ya que corría el rumor de que se alimentó exclusivamente con una manzana al día durante cuatro meses para perder los 23 kilos requeridos por el papel. Y, aunque algo de cierto había en los rumores, no solo de manzanas vive el Joker.

"No solo me alimentaba con una manzana al día. También tomaba otros vegetales como lechuga y judías verdes al vapor. No es algo nuevo en mi carrera y además realicé la dieta bajo supervisión médica por lo que en todo momento estaba controlado y dentro de parámetros saludables", aseguró el actor a 'Access', que de hecho es vegano y participa activamente en campañas en defensa de los animales.

Vegano y activista

No en vano, parte de su discurso de agradecimiento lo ha dedicado a criticar, muy serio, la relación del ser humano con el planeta y los animales, que ha calificado de “injusta”. “Nadie tiene derecho a explotar a los otros con impunidad. Creo que nos hemos desconectado del mundo natural y estamos inmersos en un mundo egocéntrico. Estamos explotando nuestro entorno”, ha asegurado el actor, que ya puede presumir de estatuilla