Tom Hardy no deja de sorprendernos a sus 41 años. El actor inglés, que vive uno de os mejores momentos de su carrera, alabado por crítica y público, y en 2019 regresará a la gran pantalla por todo lo alto para regalarnos una nueva transformación merced a su interpretación de Al Capone, el famoso gángster, en la película titulada Fonzo y que, a buen seguro sorprenderá a más de uno. Principalmente porque Tom Hardy nos tiene acostumbrados a su vertiente camaleónica, que no por conocida es menos sorprendente.

Y es que la filmografía del actor inglés contiene verdaderas joyas interpretativas que le ponen a la altura de otros compañeros de profesión como Christian Bale, también muy dado a los cambios radicales, como el que podremos disfrutar a finales de año cuando estrene Vice, un biopic sobre el controvertido Dick Cheney, vicepresidente de EEUU con George W. Bush. Pero, como comentábamos, Tom Hardy no le va a la zaga y a lo largo de su carrera, que arrancó con la mítica serie Band of Brothers, ha adoptado diferentes apariencias que han requerido de muchas horas de gimnasio y otras tantas de maquillaje.

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“Se paga un precio”

De hecho, el actor, como aseguró en una entrevista concedida a The Daily Beast, cree que tanta transformación física no beneficia a su cuerpo. “Se paga un precio después de cualquier cambio drástico. Es más fácil cuando eres joven y probablemente ya he dañado mi cuerpo lo suficiente. A medida que cumples años es más complicado porque debes cambiar tu aspecto rápidamente y no es tan sencillo cuando además estás rodando continuamente. Pasar de un extremo a otro es duro y ya tengo algunas articulaciones que suenan cuando no deberían”, explica el inglés.

Sea como fuere, compartimos a continuación una serie de ejemplos de lo que comenta Tom Hardy y que abarcan desde sus inicios hasta la época actual:

Shinzon (Star Trek: Némesis, 2002)

Fue su segundo papel relevante en la gran pantalla tras aparecer en Black Hawk Down y es posible que ni siquiera te acuerdes de este intento de los Romulanos por clonar al Capitán Picard, interpretado por Patrick Stewart, para suplantar su identidad e inflitrarse en la Federación.

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Tommy Riordan (Warrior, 2011)

En esta película no ha maquillaje pero si mucho trabajo de gimnasio ya que Tom Hardy interpreta Tommy Riordan un luchador de MMA que mantiene un duelo fraticida con su hermano bajo la atenta mirada de Nick Nolte, su padre en la ficción. Para esté papel, el acctor británico tuvo que completar una exigente rutina de entrenamiento para definir su cuerpo.

Bane (El caballero oscuro: la leyenda renace, 2012)

En la cinta dirigida por Christopher Nolan, Tom Hardy interpreta a Bane, un villano robusto, de naturaleza es cruel y sádica, que porta una misteriosa máscara respiratoria. Y precisamente es a Christian Bale al que pretende hacerle la vida imposible.

Eddie Brock (Venom, 2018)

Otro ejemplo de lo inagotable que es el universo Marvel. Estrenada este mismo año, Venom ha vuelto a suponer un reto para Tom Hardy que interpreta a Eddie Brock, un periodista de investigación que se acaba convirtiendo en un ser de habilidades sobrehumanas y muy violento.

Al Capone (Fonzo, 2019)

Tom Hardy se pone en la piel de Al Capone, el famoso gánster estadounidense de los años 20 y 30, al que interpreta ya en los últimos años de su vida, tras haber salido de la prisión y vivir recluido en Malibú. Solo el propio Hardy sabe las horas de maquillaje y sesiones a las que se ha tenido que someter.