La mediática activista de 16 años, Greta Thunberg, es una de las personalidades más esperadas en la Cumbre del Clima que acoge Madrid hasta el próximo 13 de diciembre de 2019. La adolescente sueca ya sonrojó a los líderes mundiales con su famoso "¿cómo se atreven?" en la cumbre de Nueva York organizada por la ONU en septiembre y su presencia en el IFEMA está despertando mucha expectación.

Greta Thunberg eligió el catamarán La Vagabonde para cruzar el Atlántico y llegar a la Península Ibérica con el menor impacto posible para el medio ambiente. En total 21 días de viaje que han culminado con su llegada a Lisboa (Portugal) procedente de Salt Ponds, en el Estado de Virginia (Estados Unidos).

El paso por la capital lisboeta ha sido breve ya que la joven activista tan solo ha estado dos días en capital portuguesa antes de emprender su viaje hasta Madrid en la noche de ayer. Lo ha hecho a bordo del Trenhotel Lusitania que une Lisboa con Madrid. En total, más de 10 horas de viaje hasta la madrileña estación de Chamartín.

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¿Cómo es el Trenhotel Lusitania?

El Trenhotel Lusitania, que une la capital de España con Lisboa, es uno de los trenes que Renfe utiliza para realizar los viajes de larga distancia por la noche, de forma que el viajero se desplaza entre dos ciudades de manera muy cómoda y respetusosa con el medio ambiente ya que la práctica totalidad de las vías del trayecto están electrificadas, una de las exigencias auto impuestas por la propia activista.

El total el tren, que circula todas las noches, realiza un total de 17 paradas (Lisboa Santa Apolónia, Lisboa-Oriente, Entroncamento, Caxarias, Pombal, Coimbra, Santa Comba Dão, Mangualde, Celorico da Beira, Guarda, Vilar Formoso, Fuentes de Oñoro, Ciudad Rodrigo, Salamanca, Medina del Campo, Ávila, y Madrid Chamartín) y ofrece plazas de Turista, Cama Turista, Cama Preferente y Cama Gran Clase, además de servicio de cafetería.

¿Es el Trenhotel Lusitania ecológico?

En un principio, se especulaba con que Greta Thunberg realizara el trayecto entre las dos capitales en un coche eléctrico ofrecido por la Consejería de Transición Ecológica y Sostenibilidad de la Junta de Extremadura, aunque finalmente se ha decantado por la opción del tren. Eso sí, existe un tramo de unos 100 kilómetros entre la frontera y Salamanca para el que es necesario el uso de una locomotora diésel que, obvimanete, emite una mayor cantidad de CO2. Un pequeño borrón en un periplo casi inmaculado.