Ona Carbonell ha decidido dejar el deporte de alta competición y no estará en Tokyo 2020. Acaba de anunciar su depedida con una emotiva carta, en lo que pretende ser un hasta luego, mientras quiere convertirse en madre y estar más tiempo con los suyos. Una carta sincera de una mujer deportista que aspira a conciliar, a ser madre, a cuidar de los suyos, y a dejar de perderse momentos familiares que tan difícil son que vuelvan.

Una situación personal diferente

"He tenido un último año que ha sido espléndido en experiencias y resultados al lado de un gran equipo, tanto en el aspecto humano como profesional. Además, la sintonía con mis compañeras y todo el equipo técnico ha sido como nunca hasta ahora y el trabajo que hemos desarrollado juntas es para estar orgullosas. Sin embargo, en este inicio de temporada mis circunstancias personales y familiares son diferentes", cuenta.

"Tras toda una vida dedicada casi íntegramente al deporte, en la que la natación ha ocupado holgadamente el primer lugar en la lista de prioridades, siento que ahora debo poner todas mis energías de forma prioritaria en una parte de mi vida que demasiadas veces he tenido que dejar de lado", afirma.

Su futuro próximo: ser madre

"Aunque el momento pueda sorprender, hay diversos factores relacionados con mi familia cercana que me empujan a ello. Quiero dedicar más tiempo a mi familia, que siempre está a mi lado, cuidarla como se merece y también ampliarla. Como mujer y deportista, conciliar mi vida profesional con la personal implica asumir decisiones como esta y dejar el deporte a un lado temporalmente, sin que esto signifique que vaya a renunciar a mi carrera como nadadora", escribe dejando una puerta abierta al regreso.

"Mi cabeza y corazón me piden más tiempo para mí y para mi familia"

"No os podéis ni imaginar lo que me cuesta dar este paso ahora, pero creo que tengo que ser honesta conmigo misma y, por supuesto, con mis entrenadoras y compañeras de selección, y aceptar que mi cabeza y corazón me piden más tiempo para mí y para mi familia", se sincera.

Conciliación y deporte, la asignatura pendiente del deporte femenino

Carbonell no es la primera mujer que decide dejar el deporte para ser madre y estar más cerca de su familia. Uno de los últimos casos más mediáticos ha sido el de la jugadora de balonmano Maite Zugarrondo, quien decidió dejar el Bera Bera para poder cuidar a sus sobrinos.

Y es que la alta competición está absolutamente reñida con la vida familiar. Fines de semana de trabajo, verano de trabajo, festivos de trabajo... ¿y los niños? En el caso de Maite quería disfrutar de ellos y hacerse cargo como merecen. La infancia y la niñez no vuelven, y puede que el deporte de alta competición tampoco, pero hay más opciones.

En el caso de Ona Carbonell se encuentra en un momento profesional con varios frente abiertos fuera de las piscinas, como imagen de marcas y ganadora de Master Chef Celebrity, donde su imagen se ha potenciado, y ha tenido la posibilidad de ver otros trabajos, otras familias. Un golpe a su trayectoria deportiva, donde ya ha conseguido muchos sueños, pero hay uno que todavía no.

Ser madre, la asignatura pendiente del deporte en todos los niveles. ¿Esperas? ¿Y los problemas de fertilidad? Nunca es un buen momento para ser madre, simplemente se es, se busca y se desea, y ahora Ona, de 29 años, se encuentra en un momento físico excelente, y quiere disfrutar de la madurez como mujer con los suyos, con su familia, con sus padres, con su pareja...

No es una despedida, es un hasta luego, pero para cumplir unos sueños, hay que dejar paso a otros. Toda la suerte en esta aventura que no va a ser fácil, pero sí le reportará unas alegrías únicas.