¿Cuánto peso se puede perder reduciendo 300 calorías diarias en la dieta durante dos años?
La restricción calórica, cuando se trata de alimentos con poco valor nutricional, es una buena estrategia para adelgazar y mejorar marcadores relacionados con enfermedades metabólicas y cardiovasculares.
Reducir la ingesta diaria de calorías no solo puede traducirse en la pérdida de peso corporal sino que además puede conllevar una serie de beneficios para la salud como la mejora los niveles de colesterol, la presión arterial, el azúcar en la sangre y otros marcadores relacionados con enfermedades metabólicas o cardiovasculares.
Al menos es la conclusión principal de una investigación a cargo de expertos de la Universidad de Duke (EEUU), publicada en la revista 'The Lancet Diabetes & Endocrinology', que sugiere importantes mejoras en la salud y el control del peso corporal incluso en personas adultas que ya tienen un peso saludable.
¿Qué calorías son prescinbiles?
Pues simple y llanamente las que no nos aportan nada y suponen un verdadero lastre. Los autores del trabajo las equiparan al consumo de 6 seis galletas oreo, pero en el fondo pueden ser patatas fritas, donuts, nuggets de pollo, bebidas azucaradas o energizantes, precocinados, carnes procesadas y un sinfín de los denominados alimentos ultraprocesados.
Nos referimos principalmente a preparaciones industriales elaboradas a partir de sustancias derivadas de otros alimentos que incluyen largas listas de aditivos (conservantes, colorantes, edulcorantes o potenciadores del sabor), con muy poco valor nutricional, que tienen un contenido rico en grasas, azúcar o sal y aportan, como es obvio, una cantidad ingente de calorías.
Pues bien, según los resultados del denominado estudio CALERIE que, como hemos comentado, analiza los efectos de la restricción calórica a largo plazo sobre marcadores cardiovasculares y metábolicos en personas sin obesidad, quienes eliminaron de su dieta esas 300 calorías perdieron de media 7,5 kilos (5,3 kilos de grasa) en comparación con quienes mantuvieron una dieta, digamos, normal.
Un poco de ejercicio físico también es mucho
Imagina que además de prescindir de esas calorías inservibles desde una perspectiva nutrucional, lo complementas con un poco de ejercicio físico. Y cuando hablamos de un poco, nos referimos básicamente a cumplir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, es decir, dedicar al menos 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación de actividades moderadas y vigorosas.
En resumen, la OMS plantea completar el equivalente a 30 minutos de actividad física 5 días a la semana. Un objetivo bastante realista, que unido a la restricción calórica como consecuencia de eliminar de la dieta alimentos poco recomendables puede suponer una mejora sustancial de la salud a todos los niveles y de tu estado físico. Dos gestos muy sencillos al alcance de tu mano. ¿No crees?
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