La alimentación se ha convertido en una parte fundamental de la preparación de los deportistas de élite. Mejorar el rendimiento, alargar la carrera profesional, bajar de peso o prevenir lesiones son algunas de las motivaciones que llevan a cuidar al milímetro cada detalle en lo que a nutrición se refiere y no son pocos los casos de quienes, llegado el momento, hacen un cambio sustancial en su dieta para adaptarse a las exigencias de un mundo cada vez más competitivo. Aunque siempre hay excepciones.

"La semana tiene siete días. Si me cuido durante cinco días, puedo darme algún capricho los otros dos". Son palabras de Timo Werner (23), delantero internacional del Leipzig alemán que, en una entrevista publicada por el diario alemán ‘Die Welt’, reconoce su pasión por la comida rápida.

"Sé lo importante que es para un jugador profesional seguir una dieta equilibrada y saludable. Pero cuando tengo un día libre, no quiero comer también ese día fideos de harina de espelta. De vez en cuando como un kebab o voy a un restaurante de hamburguesas", asegura el futbolista, que está en la agenda de muchos clubes gracias a demostraciones como la reciente en campo del Borussia Monchengladbach, donde logró un hat-trick para darle la victoria a se equipo.

“Una hamburguesa con queso me ayuda”

Pero si sorprendente resulta el hecho de que el alemán reconozca tan abiertamente que su alimentación es mejorable, no menos inaudita es la explicación. "Es importante hacer algo bueno para el cuerpo, pero también para el alma. Y en ese caso me ayuda también una hamburguesa con queso", concluye el futbolista.