Deporte y Vida

ENFERMEDADES MENTALES

El miedo al sol tiene nombre: tanofobia, no eres tan raro

La tanofobia es el miedo irracional al sol, evitando cualquier tipo de exposición y pensando que esto podrá librar al sujeto que la sufre de múltiples enfermedades, como el cáncer de piel, las cataratas o el envejecimiento prematuro.

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tanofobia

El miedo al sol existe, a sus consecuencias, a posibles enfermedades que lleguen antes de tiempo. Se llama tanofobia y es muy común. La tanofobia es el miedo irracional al sol, evitando cualquier tipo de exposición y pensando que esto podrá librar a quien la sufre de múltiples enfermedades, como el cáncer de piel, las cataratas o el envejecimiento prematuro. Pero hay más. Ya que pueden llevar al aislamiento social y a sufrir miedos y no querer salir de casa.

Y es que este miedo irracional, casi como una enfermedad mental, se puede tratar con profesionales de la psicología, dado que al ser un miedo que no tiene un origen racional, el abordaje puede ser de muy diversos factores. Desde Grupo Laberinto nos cuentan cómo tratar estos miedos cada vez más comunes.

Tanofobia, el miedo al sol

La persona que la padece evitará por todos los medios cualquier tipo de exposición solar. "Y, de hacerlo, se cuidará al máximo con protección solar lo más alta posible en la crema, ropa que la proteja, gafas de sol, paraguas, sombreros, etc…", cuentan.

La no exposición solar también puede llegar a causar enfermedades. "Es importante tener en cuenta que la falta de vitamina D en el organismo se asocia a osteopenia (menor densidad mineral ósea), lo cual provoca que los huesos estén más débiles. Por otro lado, ciertos tipos de cáncer, como el de colon, próstata o mama, están muy relacionados con la falta de vitamina D", explican. 

La tanofobia puede tener importantes repercusiones en la vida afectiva y social de los que la sufren, "en las épocas con más horas de luz, éstos se ven obligados a recluirse en casa, por ello necesitarán un tratamiento psicológico para conseguir una recuperación completa", comentan.

Padecer tanofobia puede causar síntomas típicos de cuadros de ansiedad, "como el dolor de cabeza, la sudoración, la sequedad bucal, etc. cuando los afectados saben que tienen que salir a la calle a plena luz del día", relatan.

La enfermedad contraria a la tanofobia es la tanorexia: la obsesión por el moreno. "Los riesgos de la tanorexia son muy dañinos en cuanto a cómo afectan a la piel, ya que pueden producir envejecimiento prematuro, arrugas, melanoma, manchas, etc", dicen.

La tanofobia nunca debe confundirse con la fotofobia. "Esta última responde a la intolerancia a la luz debido a la molestia que puede producir en los ojos y se trata de una patología más común de lo que muchos creen y que afecta, principalmente, a personas con los ojos claros, con enfermedades de la vista, etc.