Deporte y Vida

SEGURIDAD ALIMENTARIA

¿Adiós a la fecha de caducidad? El invento 'low cost' que detecta si un alimento se puede comer

Un grupo de científicos del Imperial College London (Reino Unido) ha desarrollado unos nuevos sensores cuya fabricación cuesta cuatro céntimos y que podría suponer una revolución en la industria.

0
sensor, fecha de caducidad, alimentos, desperdicio, salud, smartphone
as.com

Un grupo de expertos del Imperial College London (Reino Unido) puede haber descubierto la manera de determinar si un alimento es apto para el consumo y por lo tanto evitar la cantidad de comida que desperdiciamos principalmente por la, en ocasiones, excesiva confianza que mostramos en las fechas de caducidad o de consumo recomendado. Al menos en productos frescos como carne o pescado de momento. Que no es poco.

Los investigadores han desarrollado unos nuevos sensores, denominados sensores eléctricos de gas basados en papel (PEGS, por sus siglas en inglés), que podrían ayudar a detectar el deterioro y reducir el desperdicio de alimentos tanto en supermercados como en los hogares. Y lo que es más importante: la fabricación de estos sensores cuesta cuatro céntimos.

Así pues, los consumidores podrían contar con un dispositivo ‘low cost’ que detecta gases de descomposición como el amoníaco y la trimetilamina en productos cárnicos y pescados y que podría incorporarse fácilmente a los envases para proceder a la lectura de los datos a través de un smartphone. Tan fácil y rápido como ubicar el teléfono frente al envase en cuestión para comprobar si el alimento se puede comer.

Los PEGS han sido desarrollados imprimiendo electrodos de carbono en papel de celulosa, material biodegradable que no es tóxico, por lo que su uso en los envases es totalmente seguro. Los sensores se combinarían con etiquetas de NFC, una serie de microchips que pueden ser leídos por dispositivos móviles cercanos.

El fin de la fecha de caducidad

Un sistema, como asegura el doctor Firat Güder, responsable de la investigación, que podría suponer el fin de la fecha de caducidad. “Aunque ha sido concebida para mantenernos a salvo, la fechas de caducidad pueden hacer que los alimentos comestibles se tiren a la basura. De hecho, no son completamente fiables en términos de seguridad, ya que las personas a menudo se intoxican debido a una mala conservación del alimento independientemente de que la fecha de caducidad esté vigente”, explica el experto.

Los resultados del trabajo, publicados en la revista 'ACS Sensors', han confirmado además la precisión del sistema, que detectó en los alimentos trazas de gases de descomposición de forma rápida y más precisa que los sensores existentes.

Los ciudadanos quieren que los alimentos que compran y almacenan sean seguros para su consumo y evitar tirarlos innecesariamente porque no están convencidos de que su estado sea el óptimo. Estos sensores son lo suficientemente baratos como para que estén disponibles en los supermercados en un plazo máximo de tres años. Nuestra propósito es utilizar PEGS en el envasado para reducir el desperdicio innecesario de alimentos y la contaminación de plásticos resultante", concluye el doctor Güder.