“He aceptado que no puedo continuar esquiando. Siempre he superado mis límites, lo que me ha permitido cosechar éxitos asombrosos, pero también atravesar momentos difíciles. Mi cuerpo está roto y sin posibilidad de recuperarse: me grita para que me detenga y es hora de que le escuche. Honestamente, retirarme no es lo que me molesta. Retirarme sin alcanzar mi meta esta temporada es lo que me acompañará para siempre. Sin embargo, cuando miro mi palmarés (82 victorias en la Copa del Mundo, 20 títulos de la Copa del Mundo, 3 medallas olímpicas, 7 medallas del Campeonato del Mundo) puedo estar orgullosa y decir que he logrado algo que ninguna otra mujer en la historia ha hecho nunca”.

Con estas palabras, Lindsey Vonn (34), anunciaba el pasado mes de febrero que dejaba atrás, al término de la temporada, una de las carreras más exitosas del deporte. La recién galardonada con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes, merecido a todas luces, ha sido un ejemplo a lo largo de toda su trayectoria. Más allá de sus triunfos, la esquiadora norteamericana ha honrado los valores del deporte cada vez que ha competido y ha protagonizado innumerables muestras de superación.

No en vano, ha tenido que pasar varias veces por el quirófano, la última este mismo año, como consecuencia de diversas lesiones en sus rodillas, tobillos, brazos y espalda. Y siempre que ha regresado a la competición lo ha hecho al máximo nivel por lo que cuando aseguraba al anuanciar su retirada que su cuerpo estaba “roto” no era una exageración gratuita. Era algo literal.

Por ello, no es de extrañar que Lindsey Vonn haya dedicado, y siga haciendo, una ingente cantidad de horas a entrenar en el gimnasio. Hasta hace pocas fechas por exigencias del guión. En la actualidad porque lleva el deporte en la sangre y se ha aficionado enormemente al mundo del fitness. Además, la leyenda del esquí, que tras alguna relación tormentosa (Tiger Woods) ha encontrado el equilibrio junto al jugador de la NHL P.K. Subban, es un icono publicitario muy solicitado por las grandes marcas y revistas de moda.

Ejercicios de fuerza, abdominales, flexiones, dominadas… no hay nada que se le resista a Lindsey Vonn, que independientemente de la clase que ha atesorado como esquiadora profesional, es un auténtico portento físico. Solo hay que darse una vuelta por su perfil de Instagram para comprender por qué esta mujer ha dejado un legado que perdurará para siempre.

Parte de Ladder

La ya ex esquiadora es parte integrante de un proyecto, Ladder, del que también forman parte Lebron James, Arnold Schwarzenegger y Cindy Crawford. Una aventura emperasrial relacionada con el mundo del fitness que se basa en tres pilares: información con respaldo científico, interacción con expertos de clase mundial y productos de nutrición personalizados que cumplen con los más altos estándares de seguridad y calidad alimentaria.

Ladder, que se presentó el pasado mes de noviembre, es salud, fitness y nutrición como debe ser: transparente, simple y accesible. O al menos eso es lo que promulgan sus creadores. Que algo saben al respecto.