En primavera cambia la alimentación, hay nuevos alimentos, otras verduras, hortalizas, frutas... de colores más intensos, con diferentes propiedades, que ayudan a que nuestro cuerpo se prepare para el cambio de estación, para estar más expuestos al sol y hacer frente a los cambios de temperatura.

Alergias, infecciones urinarias, catarros... son siempre protagonistas de la primavera, y hacen que nuestro cuerpo esté en combate lucha contra el exterior. Por eso estar bien alimentado, llevar una dieta equilibrada y añadir vitaminas y minerales hará que el cuerpo se prepare para estar más fuerte.

De ahí la importancia de los frutos rojos, muy versátiles en la cocina, tanto en frío, calientes, como postres, en ensaladas, en salsa, como guarnición, como snack saludable... Son muchas las opciones, por eso te contamos todos los beneficios que debes tener en cuenta y que desde Bodega de los Secretos nos recuerdan. 

7 razones por las que los frutos rojos no deben faltar en tu dieta

• Propiedades antioxidantes: los flavonoides, compuestos bioactivos presentes en los frutos rojos y que intervienen en las propiedades sensoriales de estas frutas, tienen una alta concentración de antioxidantes, muy beneficiosos para el organismo.
• Cuidan de la piel: los frutos rojos hacen que se combatan los radicales libres responsables de la degeneración celular y, por tanto, el envejecimiento de la piel.
• Cuidan del corazón: contienen altas cantidades de polifenoles, flavonoides y antocianinas. Diversos estudios han atribuido a estos componentes propiedades preventivas en la salud cardíaca y coronaria.
• Vitaminas: las fresas son ricas en vitamina C y B, los arándanos en C, y las moras en C y E, además de estar repletas de diferentes minerales como el potasio, el calcio, el hierro o el fósforo. Los arándanos se utilizan como tratamiento para diferentes enfermedades urinarias y, además, sus propiedades antioxidantes los hacen protectores de las capacidades cognitivas y de la vista.
• Las moras ayudan a reducir el colesterol malo y a aumentar el “bueno”, además mejoran la circulación sanguínea.
• Las fresas poseen un bajo índice glucémico, por lo que las dietas de enfermos de diabetes las aceptan bien. Además, las fresas aportan una gran cantidad de agua al organismo, por lo que ayudan a eliminar los líquidos, también colaboran en la regulación del azúcar en sangre.