Mark Zuckerberg (34) es una mente inquieta. El fundador de Facebook, y una de las personas más ricas e influyentes del planeta, ha decidido poner fin a un problema personal que tiene a su mujer, Priscilla Chan como protagonista. Y es que, según ha confirmado el propio Zuckerberg en su perfil de instagram, su mujer sufre problemas para conciliar el sueño como consecuencia del estrés que le provoca consultar la hora para saber si ya ha llegado el momento de ponerse en marcha para atender a sus hijos.

“Ser madre es duro, y desde que tenemos hijos, Priscilla ha tenido dificultades para dormir toda la noche. Se despierta y revisa la hora en su teléfono para ver si los niños tienen que despertarse pronto, pero saber la hora la estresa y no puede quedarse dormida”, indica el fundador de Facebook, que ha creado un remedio casero: la caja de dormir.

“Por ello he trabajado en lo que llamo la caja de dormir. Se trata de una caja que se pone sober la mesita de noche y que emite una luz muy débil entre las 6 y las 7 de la mañana. De esa manera puede saber si ha llegado o no el momento de levantarse. Además, si se despierta y ve que está apagada, puede volver a dormirse sin necesidad de consultar el reloj y evitar así la situación que le genera estrés. Hasta el momento está funcionando mejor de lo que me esperaba y puede dormir toda la noche”, comparte Zuckerberg, que ha explicado lo que le ha llevado a compartir su creación.

La importancia de dormir bien

“Como ingeniero, construir un dispositivo para ayudar a mi pareja a dormir mejor es una de las mejores maneras que tengo para expresarle mi amor y gratitud. Un grupo de amigos me ha dicho que le gustaría tener un dispositivo como el que le he fabricado a mi mujer y por eso lo comparto con todos, por si algún empresario quiere desarrollar la idea y construir cajas de dormir para más personas”, concluye.

Y es que el problema que sufre Priscilla Chan y que ha tratado de remediar Mark Zuckerberg es más importante de lo que pudiera parecer en un primer momento ya que no dormir bien afecta a la capacidad intelectual y el rendimiento cognitivo y puede provocar trastornos endocrinos, metabólicos, psicológicos e inmunitarios, así como aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de demencias como el alzhéimer.