Salvo que seas alérgico a los frutos secos, cada vez tienes menos motivos para no consumir nueces, que deben formar parte de una dieta saludable por los numerosos beneficios que aportan al organismo. Y es que las nueces siguen sorprendiéndonos por sus propiedades reforzadas por la evidencia científica que, cada cierto tiempo, añade algún motivo más para que desterremos cualquier tipo de dusa sobre su conveniencia.

Y es que, un estudio a cargo de investigadores de la Universidad de California (EEUU), publicado en en la revista 'Nutrients', confiere a las nueces la capacidad de reducir la prevalencia y frecuencia de síntomas de depresión en los adultos. Los investigadores, tras examinar a más de 26.000 adultos estadonuidenses, cuantificó en un 26 por ciento menor el nivel de depresión de quienes consumían nueces.

Así pues, después de que un reciente estudio de la Universidad de Harvard concluyera que las dietas que incorporan nueces podrían reducir significativamente el colesterol total, el colesterol 'malo', los triglicéridos y la apolipoproteína B sin tener ningún tipo de incidencia sobre nuestro peso o sobre la presión arterial, esta nueva evidencia añade todavía más razones para incorporarlas a la alimentación.

Apuesta segura

Porque el alto valor nutricional de la nuez, que tiene un sabor inconfundible y una textura crujiente, la convierte en un ingrediente indispensable en el marco de una dieta cardiosaludable y cuyo aporte al organismo también puede prevenir enfermedades de otro tipo. Eso si, conviene consumirla en cantidades moderadas (unos 25 o 30 gramos diarios) y en crudo, pero es una apuesta segura:

· Es un alimento saciante.

· Propiedades antioxidantes gracias a la melatonina.

· Contiene grasas omega 3.

· Alto contenido en proteínas.

· Rica en fibra.

· Presencia de hierro, calcio, magnesio, ácido fólico, vitaminas E y B1.