Cuando a uno le sobra comida solemos congelarla. Una manera de ahorrar y no desperdiciar comida. Aunque, a veces, es mejor no hacerlo con según qué alimentos. Especialmente si hablamos de huevos, salsas, fruta, quesos, patatas…

Algunos de estos alimentos no guardan la textura tal y como la conocemos, y puede resultar un tanto extraño, por no decir diferente, hasta su sabor. E incluso es a veces poco recomendable por temas de salubridad, como ocurre con las carnes y el pescado que lleven varios días en la nevera.

6 alimentos que no se deben congelar

Quesos

El queso fresco no debe congelarse, ya que al intentar devolverlo a su estado normal la cantidad de agua que tiene hará que no sea un plato agradable. Incluso el queso curado tampoco es una buena idea congelarlo; es un alimento con mucha grasa que varía la textura al descongelarse y es probable que se rompa y el sabor varíe.

Fruta

La fruta tiene alta cantidad de agua, por eso el resultado tras el post frío no es muy adecuado, ya que al descongelar no guarda la misma composición. Sí es buena idea hacerlo con frutos rojos, por ejemplo. O si necesitas congelar fruta, es mejor que lo hagas cuando estén cortados en trozos pequeños, ya listos para consumir.

Huevos

Los huevos no se pueden congelar. La clara sí, pero un huevo con cáscara no. Si necesitas claras congeladas, puedes hacerlo, especialmente si te dedicas a la repostería o las necesitas para realizar otros platos.

Salsas

Con las salsas ocurre como con los purés, su composición con una gran base de agua hace que al descongelar el resultado sea raro, como partes diferentes y trozos desestructurados. El sabor no variará, pero la textura y la apariencia, sí.

Tubérculos

Ya sean patatas, batatas, boniatos… Su composición hace que al descongelar el sabor sea extraño, e incluso la apariencia. Pensarás que hay bolsas de patatas ultra congeladas, sí, en un formato diferente y en trozos mucho más pequeños. Una mejor idea si lo necesitas, pero no patatas cocinadas en un guiso.