Cuando escuchas las palabras dieta vegana sabes que estás ante algo nuevo, de moda, tendencia… pero que va mucho más allá. Es un estilo de vida, no sólo porque cambie la lista de la compra, sino porque cambian tus prioridades, tu forma de comprar moda por ejemplo, y cómo te comportas.

La nutricionista Sarai Alonso, además de dietista en el centro Sanis Natura, nos cuenta los peligros del veganismo y la base de este estilo de vida “respetar los animales y no usarlos para satisfacer necesidades o deseos”, ya sea una cazadora o una cena.

Los peligros del veganismo

El cambio social, de paradigma, de conocer más sobre nuestro entorno, lo que nos rodea, la repercusión que en el medio ambiente tiene lo que compramos y consumimos ha llevado a que gran parte de la población sea vegana.

No es sólo que esté de moda. Hay más, y no siempre positivo. “El peligro más importante cuando decidimos ser veganos es no contar con los alimentos que se deben tomar sí o sí, porque son los grandes sustitutos de los alimentos no veganos que aportan nutrientes esenciales (sustitutos de la carne, pescado, etc)”, cuenta la nutricionista.

“Llevar una alimentación vegana supone la eliminación de alimentos animales de la dieta. Estos alimentos tienen determinados nutrientes (principalmente proteínas) que se dejarán de ingerir y por tanto hay que reponer de distintas formas, con alimentos vegetales”, añade.

Siempre que se hace una dieta debe estar supervisada por un profesional, pero en el caso de una dieta vegana, habrá que tener especial cuidado para saber si estamos comiendo de manera adecuada y tenemos las necesidades básicas de nutrientes cubiertas. “Además de las proteínas, en la alimentación vegana hay nutrientes como el hierro, omega 3 y la vitamina B12 que conviene hablar con el nutricionista para pautar una suplementación adaptada a cada individuo”, explica Alonso.

La lista de la compra vegana

“Si nos guiamos por las pirámides alimentarias veganas, podemos comprobar que alimentos como los cereales y las legumbres deben aparecer siempre en la dieta formando la base de la pirámide. Mientras que alimentos como yogures vegetales azucarados, aparecen en puestos más elevados con lo que su consumo debe ser esporádico. Frutas y verduras también estarán presentes en todos los platos, en su forma de cocinado más ligera. Utiliza semillas y frutos secos para aportar un valor añadido a tus platos, los nutrientes que nos aportan son necesarios”, incide.

“El veganismo no es una dieta, es un principio moral, una filosofía de vida que consiste en no usar ni explotar a los animales de ninguna manera: no comer carne, pescado, huevos, leche, miel… de ningún animal ni derivado, incluidos los insectos; no vestir ningún material o prenda que tenga origen animal, ya sea lana, piel; no utilizarlos para divertirnos, ya sea visitar un zoo, un circo, acuarios, espectáculos… etc), y no comprar cosmética que haya basado sus análisis en animales”.