Deporte y Vida

ESTUDIO CIENTÍFICO

Hacer pesas puede ayudar a enfrentarte a una depresión

Un nuevo estudio dice que el levantamiento de pesas puede ayudar bastante a lidiar con una depresión, aunque personas con esta patología no se vean capaces.

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Hacer pesas puede ayudar a enfrentarte a una depresión

Un equipo internacional de investigadores ha descubierto recientemente que el ejercicio de resistencia o el levantamiento de pesas funciona tan bien como el ejercicio cardiovascular a la hora de tratar la depresión. Si tú mismo, o alguien que conoces, se siente deprimido, busca inmediatamente un programa de ejercicios y trata de acudir a un gimnasio, aunque lógicamente no tengas suficientes ganas.

No hay duda de que la depresión puede tener una serie de efectos muy negativos en la salud. Actualmente, más de 300 millones de personas en todo el mundo han sido diagnosticadas con la enfermedad. Como si estar deprimido no fuera lo suficientemente malo, estas personas también son más susceptibles a las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad de Alzheimer y la diabetes tipo 2. También son más propensos a ignorar los tratamientos médicos, y enfrentan un mayor riesgo de muerte prematura.

El ejercicio aeróbico vigoroso se considera un tratamiento efectivo para la depresión. De hecho, la Harvard Medical School señala que un programa de ejercicio riguroso es "tan eficaz como los medicamentos antidepresivos o la terapia cognitiva conductual", los cuales se consideran tratamientos estándar para la depresión.

¿Pero qué hay de levantar pesas? Un equipo de expertos de Irlanda, Suecia y los Estados Unidos investigó la conexión entre la depresión y el entrenamiento de fuerza entre personas de mediana edad y personas mayores. Según su estudio, que hemos enlazado en el primer párrafo del artículo, el entrenamiento de resistencia también puede tener un impacto significativo.

Esta investigación fue un metanálisis: una revisión de estudios previos, en este caso, 33 estudios individuales que incluyeron casi 2.000 participantes. Algunos de los participantes habían sido diagnosticados con trastornos mentales, mientras que otros experimentaron depresión debido a enfermedad, lesión, obesidad, ansiedad o vejez.

En todos los estudios que se repasaron, el entrenamiento de fuerza se asoció con reducciones significativas en los síntomas de la depresión. Esto fue así independientemente de la edad, sexo o estado de salud del participante, si entrenaron durante dos semanas o un año, si entrenaron dos veces a la semana o todos los días, o si su entrenamiento fue de gran volumen e intenso o más moderado. Cuando los participantes fueron supervisados mientras trabajaban, experimentaron un alivio aún mayor de los síntomas de depresión.