Durante años, investigaciones previas nos han vendido que el consumo moderado de alcohol no es tan malo; que incluso puede ser beneficioso, que reduce el riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes, accidentes cerebrovasculares y muerte por causas cardiovasculares. La definición de "moderado" era de 14 bebidas por semana. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que incluso la mitad de ese número puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y circulatorias.

La nueva investigación, realizada por la prestigiosa Universidad de Cambridge, dice que beber más de cinco bebidas alcohólicas a la semana acorta nuestra vida. Desde luego, una mala noticia para aquellos que se toman un par de cervezas después de hacer deporte más de tres días a la semana. Dos pueden no ser malas, seis pueden ser nocivas. El estudio también viene a raíz de las nuevas pautas de alcohol en el Reino Unido. Se redujo a unas seis pintas de cerveza o seis copas de vino a la semana.

¿Por qué este cambio repentino? Otros estudios incluyeron personas que nunca habían consumido alcohol, así como alcohólicos en recuperación o aquellos que se abstienen del alcohol por completo debido a un problema de salud. Este estudio, por el contrario, se centró exclusivamente en los bebedores actuales para reducir el sesgo.

Los investigadores compararon la salud general y los hábitos de consumo de aproximadamente 600.000 personas en 19 países de todo el mundo. Los participantes reportaron por sí mismos su consumo de alcohol. El problema es que es solo un estudio observacional, por lo que no se pueden sacar conclusiones firmes sobre la causa y efecto de los datos.

Finalmente, los expertos limitaron el techo aceptable de alcohol a cinco bebidas por semana (poco más de cinco pintas de cerveza o cinco vasos de vino). Cualquier otro consumo reduce nuestras expectativas de vida al aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular, aneurisma, insuficiencia cardíaca y muerte.

Los investigadores creen que el efecto del alcohol sobre la presión arterial y el colesterol significan un desastre para la salud de nuestro corazón. Sin embargo, sí notaron que un poco de cerveza y vino (dos vasos) están relacionados con un menor riesgo de ataques cardíacos no fatales. La conclusión es clara al respecto: todavía se necesita más investigación, aunque lo que queda claro es que una gran borrachera de fin de semana puede destrozarnos la salud.