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Así nos afectan las borracheras del fin de semana a largo plazo

Si tenemos en cuenta los efectos a corto y largo plazo de una gran borrachera, casi parece mejor tomarse una cerveza o un vino de vez en cuando.

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Tras leer esto, tendrás menos ganas de emborracharte cada fin de semana
Askmen

El consumo excesivo de alcohol tiene muchos efectos en el cuerpo, tanto a corto como a largo plazo. Después de una noche de cervezas, whisky con chupitos de tequila u otras barbaridades, la resaca de la mañana siguiente podría ser la menor de nuestras preocupaciones.

Más investigaciones muestran que incluso un solo episodio de consumo excesivo de alcohol puede tener efectos más graves en todas las partes del cuerpo a medio y largo plazo, no solo en el cerebro. El daño a largo plazo por el consumo excesivo de alcohol no se limita a las personas con trastorno por consumo de alcohol. Los bebedores compulsivos frecuentes también pueden desarrollar problemas de salud.

El consumo excesivo de alcohol se define para los hombres que consumen cinco o más bebidas en aproximadamente dos horas. Para las mujeres, se define como el consumo de cuatro o más bebidas en aproximadamente dos horas. La diferencia es de tan solo una bebida, pero hay que tener en cuenta que las mujeres pesan menos y tienen menor tolerancia.

El exceso de alcohol también afecta a nuestras acciones, lo que puede aumentar el riesgo de lesiones y muerte por accidentes automovilísticos, ahogamiento, asfixia y otros accidentes. Cuando estás verdaderamente afectado por el consumo de alcohol, no solo tienes mala coordinación, sino que también tienes un juicio muy pobre.

Efectos de beber en exceso a largo plazo

No hay mucha investigación sobre cuánto tiempo duran los efectos físicos del consumo excesivo de alcohol, o si el cuerpo puede recuperarse por completo. Sin embargo, beber en exceso con más frecuencia es más probable que cause daños a largo plazo.

Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de California en San Francisco encontró que 21 borracheras durante siete semanas fueron suficientes para causar síntomas de enfermedad hepática en estadio temprano en ratones.

A largo plazo, el alcohol aumenta el riesgo de varios cánceres, incluyendo cáncer de hígado, boca, garganta, laringe, esófago, colon y recto. Incluso algunas bebidas a la semana están relacionadas con un mayor riesgo de cáncer de mama en las mujeres. El consumo excesivo y prolongado de alcohol puede provocar hepatopatía alcohólica, que incluye inflamación del hígado y cirrosis.

También es malo para el sistema cardiovascular, lo que aumenta el riesgo de ataque cardíaco, presión arterial alta y ritmo cardíaco irregular.

En resumen, las borracheras puntuales a largo plazo pueden afectar a:

- Sangre y sistema inmune. El consumo crónico de alcohol puede provocar anemia, bajo nivel de plaquetas y un sistema inmune suprimido.

- Huesos y músculos. El uso prolongado de alcohol a largo plazo puede interferir con la absorción de calcio y la formación de hueso. Esto puede conducir a osteoporosis.

- Cerebro y sistema nervioso. El consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular y puede provocar demencia o deterioro del equilibrio y la coordinación.

- Salud mental. Además de la dependencia del alcohol y la adicción, los bebedores compulsivos tienen un mayor riesgo de depresión, ansiedad y psicosis.

- Salud sexual. El consumo crónico intenso de alcohol puede reducir la fertilidad en hombres y mujeres y disminuir el deseo sexual de un hombre. Beber durante el embarazo también puede afectar la salud del feto.

- Intestinos. El consumo excesivo de alcohol puede interferir con la absorción de vitaminas y otros nutrientes en el intestino. Esto puede conducir a desnutrición.