La cirugía plástica, estética y reparadora tiene muchos matices, parámetros y situaciones. Implantes para mejorar talla, para reestructurar tras una operación, y la autoestima en la gran mayoría de los casos.

El doctor Héctor Valdés realiza un análisis de los actuales implantes de silicona y su seguridad. “Los implantes actuales son enormemente seguros porque los fabricantes, tras una norma impuesta, deben incorporar una ficha de referencia para que después pueda haber un Registro Nacional de Implantes, que antes no existía. Además, en Estados Unidos, la FDA, que es el organismo pendiente de supervisar las prótesis mamarias y otros productos enfocados a la estética, ha eliminado las complicaciones que conllevaban los anteriores, mejorando su calidad; hoy la silicona que incorporan no es líquida. Por eso, no hay porque alarmarse ya que se debe tener en cuenta que ningún medicamento está exento de complicaciones, basta con leer la lista de reacciones adversas de un simple analgésico”.

¿Es posible mejorar la autoestima con una intervención de cirugía plástica?

“Sí, en muchos casos ayuda, en especial cuando el problema físico está focalizado y es el que causa inseguridad, pero no puede resolverlos cuando la estructura de la personalidad del paciente sufre una total falta de autoestima. Por ejemplo, cuando una mujer con el busto caído tras la lactancia oculta el desnudo, tras corregir el problema, pasa a disfrutar del físico y a mostrarlo sin complejos, y vuelve a ser la de antes; por el contrario, si una persona acude a la consulta con la obsesión de cambiar su aspecto físico, sabemos por experiencia que jamás va a estar contenta con los resultados”.

¿Todo el mundo debe operarse o en ocasiones ha recomendado a sus pacientes anular la operación?

“Por supuesto, en muchos casos. A lo largo de mi carrera he atendido a más de 20.000 pacientes y en un 20% de los casos aproximadamente, les he recomendado no someterse a la intervención que solicitaban. Me he encontrado con mujeres que solicitaban un tamaño excesivo de busto, algo que es poco recomendable”.

Ya lo contamos hace varios meses, el Registro Nacional de Implantes está activo. Será un requisito obligatorio para todas las clínicas y cirujanos. Cada doctor tendrá sólo acceso a los datos de sus pacientes, mientras que la administración podrá observarlos para hacer diferentes estudios, tanto epidemiológicos como estadísticos. Así se sigue el trabajo que se realiza en Europa.