El trastorno por atracón: comer hasta llenarse no es suficiente
Todos comemos alguna vez demasiado de vez en cuando, sobre todo en reuniones con familiares o amigos, pero el trastorno por atracón no tiene que ver con eso
Todos comemos demasiado de vez en cuando: reuniones con familiares o amigos, o algún día que nos queremos dar un pequeño festín. Pero si regularmente comes en exceso y te sientes fuera de control e incapaz de parar, es posible que estés sufriendo de un trastorno por atracón, lo cual puede llegar a ser peligroso para tu propia salud.
El trastorno por atracón es un trastorno alimenticio común en el que frecuentemente una persona come grandes cantidades de alimentos sin sentirse capaz de detenerse y extremadamente angustiado durante o después de comer. El trastorno por atracón generalmente comienza al final de la adolescencia o al principio de la edad adulta, a menudo después de una dieta restrictiva. Durante un atracón, puedes llegar a comer incluso cuando no tiene hambre y continuar comiendo mucho después de sentirte lleno.
El atracón es reconfortante por un breve momento, ayudando a aliviar emociones desagradables o sentimientos de estrés, depresión o ansiedad. Pero luego vuelves a la realidad y te inundan los sentimientos de arrepentimiento y odio hacia tu persona.
Los atracones generalmente conducen al aumento de peso y la obesidad, lo que solo refuerza la alimentación compulsiva. Cuanto peor te sientes acerca de ti y de tu apariencia, más usas la comida para sobrellevarla. Se convierte en un círculo vicioso: comer para sentirse mejor, sentirse aún peor y luego regresar a la comida en busca de alivio.
Algunos síntomas del trastorno por atracón
- Incapacidad para dejar de comer o controlar lo que uno está comiendo
- Comer grandes cantidades de comida rápidamente
- Comer incluso cuando estás lleno
- Ocultar o acumular comida a escondidas para comer más tarde en secreto
- Comer de forma normal delante de los demás, pero atiborrarse cuando estás solo
- Comer continuamente durante todo el día, sin horarios de comida planificados
Factores de riesgo psicológicos
La depresión y los atracones están fuertemente relacionados. Muchos comedores compulsivos están deprimidos o lo han estado antes; otros pueden tener problemas con el control de los impulsos y la gestión y la expresión de sus sentimientos. La baja autoestima, la soledad y la insatisfacción corporal también pueden contribuir a los atracones.
Efectos del trastorno por atracón
El atracón conduce a una gran variedad de problemas físicos, emocionales y sociales. Es más probable las personas con esta patología sufran problemas de salud, estrés, insomnio y pensamientos suicidas que alguien sin un trastorno alimenticio. También puede experimentar depresión, ansiedad y abuso de sustancias, así como un aumento sustancial de peso.
Sin embargo, hay mucha esperanza en este sentido: las personas pueden recuperarse del trastorno por atracones e invertir los efectos nocivos. El primer paso es volver a evaluar la relación con la comida, y por supuesto, acudir a un psicólogo profesional para tratar de solucionar el problema.
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