Corría el año 2014 y algo iba a cambiar para bien. Marc Gasol, uno de los mejores pívots en la actualidad de la NBA, tenía que modificar su estrategia nutricional para convertirse en una persona más delgada y fibrosa. Cuenta el New York Times que Mike Conley estaba viendo la Copa del Mundo por televisión en septiembre y alucinó con Marc, ya que según él, estaba irreconocible y parecía hasta otra persona.

Gasol, estrella actual de los Grizzlies, había pasado gran parte del verano de 2014 en España cortando azúcares refinados, refrescos y alimentos procesados de su dieta. También redujo los carbohidratos y la carne roja y adoptó una dieta principalmente semi-vegetariana.

La división de macronutrientes fue la siguiente: 60% de verduras, 30% de proteínas y 10% de hidratos de carbono. En una entrevista realizada por The Wall Street Journal, Marc admitió que el objetivo del cambio de dieta fue sentirse mejor y que los resultados mejorasen a la par que su estado de forma.

A la hora de comer elige pescados o mariscos con quinoa, aunque también baraja la opción de comer legumbres, como lentejas o garbanzos. Tras los duros entrenamientos, la bebida para reponer energías preferida por Marc es un frío zumo de col. Durante la noche procura comer ligero, decantándose por vegetales o una abundante ensalada. “Ahora me recupero antes de los partidos y de los entrenamientos. Duermo mejor”, decía.

Las consecuencias positivas no tardaron en llegar: tuvo la mejor temporada ofensiva de su vida hasta esa fecha, la 2014-2015. Promedió 20 puntos por partido (nunca había promediado más de 14 puntos por partido en una temporada hasta ese momento), llegando a la línea de tiros libres casi el doble que el año pasado y logrando su mejor porcentaje desde 2010.