Vale, tienes un buen resfriado y te sientes mal. Es hora de cuidar la alimentación para que te puedas recuperar lo antes posible. Piénsatelo dos veces antes de escoger comida chatarra que lo único que hará es empeorar tu estado de salud, aunque tengas la tentación de hacerlo. Es especialmente importante alejarse de alimentos que deshidratan, provocan inflamación o interrumpen el sueño cuando uno está griposo. Te decimos cuáles son, y te avisamos de que ya de por sí no son muy saludables.

Bebidas deportivas. La mayoría de las bebidas deportivas contienen azúcar agregado, que sirve como energía para los atletas. Sin embargo, durante un resfriado, ese azúcar también causa inflamación en un momento en que el sistema inmune ya está debilitado. Estás arrojando leña al fuego y desviando recursos que deberían dedicarse a ayudar a tu cuerpo a sanar lo antes posible. Hidrátate a través de agua, frutas, verduras y sopa en su lugar.

Pepperoni. Comer pepperoni puede provocar inflamación directa e indirectamente e interrumpir el buen funcionamiento del sistema inmunológico. La grasa saturada del pepperoni es un disparador directo, pero sus grasas también transforman las membranas celulares del sistema inmune, lo que compromete su capacidad para trabajar a un nivel óptimo.

Bacon. Existen razones a largo plazo para limitar el consumo de bacon con regularidad. La Organización Mundial de la Salud ha clasificado las carnes procesadas, incluido el bacon, como carcinógenos. Sin embargo, una razón a corto plazo para reducir el bacon cuando tienes un resfriado es la sobrecarga de sodio. Cuando estás bajo un resfriado, deberías concentrarte en hidratarte. Los alimentos salados socavan ese objetivo.

Pan blanco. El pan blanco es un alimento con un alto índice glucémico. Entonces, ¿por qué es malo durante un resfriado? El aumento de azúcar en la sangre incrementa los niveles de inflamación al aumentar los marcadores inflamatorios llamados citoquinas. Opta por pan integral en su lugar.

Helados. La combinación de grasa y azúcares simples que tiene un buen helado no vale para obtener una sensación fresca y relajante en la garganta, que tan agradable parece cuando tienes un resfriado. Esta combinación inflamatoria descarga más trabajo en tu sistema inmune, ya sobrecargado. En su lugar, prueba un yogur natural bajo en grasa cubierto con fruta fresca para satisfacer tus instintos golosos.

Cerveza. Los estudios realizados en animales y cultivos celulares descubrieron que el gluten, que posee la mayoría de las cervezas, estimula la inflamación a través de una proteína llamada TLR4, que desencadena una respuesta inmunológica. Aunque aún es necesario llevar a cabo ensayos clínicos en humanos, los efectos inflamatorios del alcohol son motivo suficiente para evitar la cerveza cuando estás en casa con un resfriado.

Bebidas azucaradas. Ya sabes (o deberías saber) que el azúcar agregado en los refrescos no es bueno para ti, pero esta es otra razón para deshacerse de ese hábito. Especialmente cuando tienes un resfriado. Los refrescos con cafeína, al final del día, pueden dificultar el sueño. Tu cuerpo anhela dormir cuando estás enfermo porque combatir una infección causa mucha fatiga en el organismo.

Caramelos. Mientras que un dulce parece un sustituto decente para una pastilla para la tos, es mejor que tomes una taza de té humeante para calmar la garganta y humedecer las vías respiratorias nasales. Los caramelos simplemente estimularán la inflamación y debilitarán el sistema inmunológico.

Galletas. Las galletas están hechas comúnmente con poco más que un montón de harina refinada blanca y mantequilla. En pequeñas dosis esta exquisitez casera puede no estar fuera del menú cuando te encuentras bien, pero es diferente cuando estás luchando para recuperar la salud. La harina altamente refinada y el exceso de grasas saturadas aumentan la carga de inflamación de tu cuerpo, que es lo último que necesitas cuando estás enfermo.

Pizzas. Sí, nos encanta la pizza y sería una buena y sabrosa recompensa ante un proceso gripal. La pizza combina muchos de los sellos de la dieta estadounidense estándar: granos refinados, carne procesada, grasa saturada y sal a montones. Es una comida que causa mucho estrés oxidativo en un cuerpo que intenta sanar.