¿Puede una depilación a la cera convertirse en una baja  laboral? La respuesta es sí. Preguntamos a una experta, la doctora Izaskun Astoreca experta en depilación láser de La Clínica Bioláser La Moraleja, quien nos explica cómo una depilación agresiva como la cera empieza a estar en desuso, sobre todo en deportistas de primer nivel. El cuidado extra que hay que poner a algo tan sencillo como es depilarse es para tenerlo en cuenta.

¿Cómo se puede infectar un grano al depilarse?

Toda depilación supone una cierta agresión para la piel, que será más o menos intensa dependiendo del método utilizado.

La tracción generada sobre el vello con un método de arranque, como la cera o las depiladoras eléctricas, va arrancar de raíz el vello que está firmemente unido al bulbo piloso generando un daño en el mismo, en forma de micro heridas que tardan unos días en cicatrizar. Dependiendo del grosor del vello, esa micro herida podrá ser mayor o menor. En el caso de los varones el vello es más fuerte, tiene mayor grosor y está implantado a más profundidad que en la mujeres, por lo que las micro heridas son mayores. Cualquier herida en la piel es siempre susceptible de poder infectarse ya que al romperse la barrera natural de la piel, las bacterias que viven de manera natural en ella, tienen una puerta de entrada al organismo.

En nuestra piel conviven con nosotros millones de bacterias, hongos y virus que de manera normal no nos causan ninguna infección, ya que la piel tiene una barrera natural en forma de una capa grasa que mantiene a la piel con un ph de 5.5 que impide la proliferación de esos microorganismos. El problema puede venir cuando se produce una herida en esa piel (como ocurre tras una depilación) y cambia el ph de la misma (debido a duchas excesivas, el uso de jabones inadecuados o en personas con dermatitis atópica). En estos casos se puede producir una proliferación bacteriana en alguna de las micro heridas causadas por la depilación y acabar generando lo que llamamos foliculitis.

Hay factores como la sudoración o el roce con tejidos que también puede propiciar el poder sufrir una foliculitis.

¿Esa infección puede afectar tanto como para que alguien esté de baja varias semanas?

En ocasiones lo que empieza siendo un pequeño grano puede complicarse y acabar produciendo un forúnculo, que es un saco de pus que se forma debajo de la piel a un nivel más profundo. Esos forúnculos pueden cursar con un dolor relevante en la zona, una inflamación importante, e incluso fiebre. En estos casos se necesitará un tratamiento antibiótico para solucionar la infección y en ocasiones es necesario recurrir a una pequeña cirugía para erradicarlo.

En casos excepcionales la infección puede generalizarse y dar lugar a una septicemia (una infección generalizada) que requeriría un ingreso hospitalario urgente.

¿La ansiedad puede ser perjudicial en este caso?

Se ha demostrado que nuestro sistema inmunitario, que es el que tiene que luchar contra la infección, disminuye en los casos de estrés, ansiedad, depresión o cualquier otro tipo de trastorno emocional. Por ello podemos concluir que ante cualquier proceso infeccioso la ansiedad no será la mejor compañera.

¿Cómo es la reacción de la piel y los músculos a esa infección?

Ante cualquier proceso de foliculitis la piel estará tensa, caliente, inflamada , dolorosa al tacto y puede tener presencia de pus. Lo normal es que la foliculitis no suela provocar ninguna afectación del músculo como tal y suela quedar restringida a la piel. Sólo de manera muy excepcional la infección podría llegar al músculo y producir una piomiositis.

En todo caso una foliculitis severa si podrá afectar al rendimiento deportivo de un jugador por las molestias que puede generar: inflamación importante, dolor e incluso fiebre en algunos casos. Desde luego no podría estar al 100% de sus posibilidades.