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Lena Stoffel: "Llevo esquiando desde que tengo uso de razón"

La esquiadora y surfista austríaca repasa en esta entrevista su historia, así como los principales retos a los que se enfrenta en la actualidad, como el cambio climático.

Lena Stoffel and Kilian Echallier 
 Ski Mountaineering in Kaunertal Glacier
Matteo PavanaPatagonia

Lena Stoffel (25 de abril de 1984, Innsbruck) no tiene el típico dilema entre la playa y la montaña. Le gustan ambas. Especialmente deslizarse sobre nieve o sobre agua. Con una tabla de surf o con unos esquís. Y documentarlo como lo hace la ha convertido en una referencia. La entrevistamos para conocer un poco más sobre ello...

Lena, cuéntanos un poco sobre tus inicios con el esquí.

Llevo esquiando desde que tengo uso de razón. Mis padres son monitores de esquí y siempre les ha encantado esquiar, así que me pusieron los esquís por primera vez cuando tenía dos años, en el jardín. Además de eso, gestionaban y entrenaban al equipo de esquí local.

Cuando crecí, me metí en el esquí alpino y me uní al equipo nacional júnior durante mis años de adolescencia. Antes de graduarme, pensé que tenía que haber algo más que el esquí alpino y las puertas, y decidí parar.

Me trasladé a Portugal durante medio año y aprendí a hacer surf. Entonces, me enamoré del océano. Venir a Innsbruck a estudiar era una decisión obvia. Está justo en mitad de las montañas y podía esquiar incluso cuando tenía que asistir a la Universidad. Gracias a mi novio, me fui metiendo cada vez más en el esquí freestyle y el freeride, y al vivir en Innsbruck todo sucedió de forma muy natural y entonces comencé a conectar con personas más afines a mí.

¿Cuándo comenzaste a pensar que podías dedicarte profesionalmente al deporte y cómo entró en escena la competición?

Después de haber abandonado mi carrera en el esquí alpino, no entraba en mis planes hacerme profesional en el esquí freestyle. Vine a Innsbruck a estudiar y, mientras estudiaba, esquiaba y me introducía en el freeride y sus acrobacias, competir por aquí y por allá en las competiciones de freeride y freestyle parecía algo lógico.

En aquel momento no había tantas chicas que tiraran trucos y era muy divertido, por lo que seguí esquiando, sobre todo con los chicos. Así es como me fui metiendo cada vez más en la competición. Además, como mi segunda pasión era el surf, conseguí el patrocinio de Roxy. Tenían un fantástico equipo de chicas, tanto para los deportes de nieve como para el surf, que me inspiraba y me hacía avanzar.

En 2008, me gradué en la Universidad y obtuve una licenciatura en Ciencias de la Educación Física y Rehabilitación Deportiva. Fue entonces cuando despegó mi trayectoria en el slopestyle: acudí a los X Games de 2010 en Tignes, y al Campeonato del mundo de Salt Lake City, para competir en el slopestyle. Estuvo genial. Fue bastante intenso, ya que competir siempre es un gran reto.

Sufrí mi segunda lesión de rodilla justo un año antes de Sochi, en 2013. Mi mentalidad cambió. Quería progresar de forma diferente. Decidí dejar de competir y centrarme más en esquiar y vivir la montaña en su conjunto

Lena Stoffel

Cuando te apartaste de la competición, los entrenamientos y los viajes a los eventos, ¿qué pasó a ser el interés principal para ti y tus viajes?

En 2011 sufrí mi primera lesión de rodilla mientras entrenaba en una competición. Me esforcé por volver y traté de clasificarme para los Juegos Olímpicos de Sochi, pero entonces sufrí mi segunda lesión de rodilla, justo un año antes de Sochi, en 2013. Me di cuenta que no sería capaz de demostrar lo buena que era y mi mentalidad cambió. Quería progresar de forma diferente.

Decidí dejar de competir y centrarme más en esquiar y vivir la montaña en su conjunto. Finalicé mi formación como monitora de esquí homologada y comencé con proyectos cinematográficos. Lo único que quería era esquiar en nieve virgen y disfrutar de las montañas, lejos de la presión de obtener resultados. Como practicar esquí es algo tan natural para mí, el freeride también lo es. Disfrutar de buena nieve, buenas personas y buena diversión se convirtió en mi principal interés.

Cuando he viajado, los últimos dos años, siempre he tratado de quedarme en un lugar durante una temporada larga para poder integrarme realmente en el ambiente y estilo de vida locales, y captar y experimentar cómo se hacen las cosas en regiones y países diferentes.

¿Cómo percibes los viajes ahora, así como el impacto medioambiental que supone desplazarse por el mundo en busca de nieve, un recurso finito y en riesgo debido al cambio climático?

Echo la vista dos años atrás y me doy cuenta de que podría haber reducido el impacto de mis viajes y también haber aprendido a viajar de forma diferente.

Me encanta viajar. Me encanta esquiar en diferentes montañas y aprender sobre las diferentes culturas. Siempre me sentí privilegiada por poder mostrar esos lugares con toda su magia y esplendor, tanto a través de mi mirada como de la posición que ocupo como esquiadora. Quiero inspirar a la gente a que viaje de forma responsable, apoye los negocios locales y deje los sitios tal y como los encontraron.

Desde luego que percibo la contradicción. La nieve es un recurso finito en riesgo y viajar largas distancias solo para encontrarla, especialmente si se hace en avión, agrava enormemente todo el problema

Lena Stoffel

Al igual que viajar ha transformado lo que soy y mi conexión con la naturaleza, especialmente en Japón, aunque también en Noruega, siempre soy capaz de encontrar igualmente esa belleza en mi hogar. Por otro lado, desde luego que percibo la contradicción. La nieve es un recurso finito en riesgo y viajar largas distancias solo para encontrarla, especialmente si se hace en avión, agrava enormemente todo el problema. Por eso estoy tratando de minimizar mi propio impacto, y muestro a través de mi trabajo lo bonito e importante que es proteger eso.

¿Cómo percibes la crisis climática en tu exposición a las estaciones invernales por todo el mundo?

La percibo en las inusuales tendencias climatológicas que experimentamos. En todos los sitios a los que fui durante los últimos dos años, y es algo que la gente local me confirmaba, parece que los inviernos son cada vez más extremadamente secos un año y al contrario al año siguiente, con nevadas intensas. Aunque siempre estoy en busca de nevadas u olas, parece que las tendencias climatológicas habituales están cambiando, o más bien desapareciendo. Principalmente puedo observar los cambios muy cerca de mi propia casa, en Innsbruck, ya que el glacial de Stubai continúa disminuyendo.

Considero que las imágenes, las películas y las palabras pueden ser una forma muy potente e importante de inspirar a otras personas

Lena Stoffel

Siempre has adoptado un enfoque muy proactivo a la hora de realizar películas, hacer fotos, crear arte y otros contenidos. ¿Qué te inspira para ello?

Siempre quise dedicarme a una actividad creativa. Los viajes para mis proyectos, para practicar esquí o surf, me hicieron darme cuenta de que la fotografía, la cinematografía y la narración son ámbitos en los me encantaría dar rienda suelta a mi creatividad.

Esa conexión con la naturaleza que experimenté en mis aventuras es bastante intensa y me apetece intentar contárselo al mundo tanto a través de mi mirada como de mi palabra. También los retos personales físicos y mentales a los que me enfrenté durante esas aventuras hicieron que mis experiencias en el exterior fueran aún más intensas. Me siento inspirada por esos momentos y es divertido tratar de analizarlos de una forma auténtica, y espero que inspiradora.

Una película que siempre me ha inspirado es «Dark Side of the Lens», de Mickey Smith.

Considero que las imágenes, las películas y las palabras pueden ser una forma muy potente e importante de inspirar a otras personas. Es muy divertido intentar crear algo que es bello y auténtico para mí, y de alguna forma, diferente.

Como alguien con la capacidad de contar la historia de tus viajes, ¿sientes la responsabilidad de hablar sobre el impacto del cambio climático tal como lo percibes?

Por supuesto que sí, y también creo que los deportistas tienen un papel importante en estos momentos. Considero que son un gran ejemplo para los niños y jóvenes, así como para cualquiera que sienta pasión por los deportes al aire libre. Usar esa voz para crear un impacto positivo es muy importante. Nunca he sido una persona interesada en la política, y en mi caso, las experiencias con amigos, la pasión por mis deportes y la naturaleza es lo que me impulsa ahora a aprender más cosas sobre el cambio climático, mi responsabilidad y mi forma de hablar sobre este tema.

Como mujer que practica deportes de nieve, ¿percibes que las cosas están cambiando para bien respecto al tema de la inclusión?

Creo que vamos por buen camino. Tanto en freestyle como en slopestyle, el nivel de las mujeres que participan está subiendo mucho y hay muchas chicas jóvenes ascendiendo posiciones. Y eso se refleja también en el freeride y el alpinismo, mucho de lo cual creo que se debe a la prensa dedicada a la nieve, que cubre la participación femenina cada vez más.

Y después, como cineasta, veo una mayor representación de mujeres que ruedan en la nieve hoy en día. Estuve presentando mi película en el Kendal Mountain Festival el año pasado y había muchísimas películas fascinantes hechas por mujeres. «Dream Job» obtuvo un premio y esos proyectos tan increíbles destacaron mucho. El público mostró un gran interés y me hizo recapacitar sobre el hecho de que las películas que tratan temas medioambientales o transmiten mensajes potentes aportan algo completamente diferente cuando tienen mujeres detrás de la cámara: es una forma distinta de hablar sobre esos temas y hacer que el público se involucre.

Practicar deportes de nieve de forma consciente es algo en lo que pienso mucho. Me encanta viajar, hacer películas y esquiar, pero compartir mis aventuras puede contribuir en ocasiones a un efecto negativo cuando los lugares se atestan de turistas y los nuevos visitantes no actúan de forma responsable. Por ejemplo, en las islas Lofoten, los lugareños comentan lo disparatado que es el verano ahora allí, con playas abarrotadas y rutas fuera de pistas. La última vez que estuve allí había multitud de grupos que viajaban para esquiar y que traían a sus propios guías desde Alemania, en lugar de trabajar con gente de la zona. Este es un tema al que a menudo me enfrento.

En el Kaunertal Glacier.
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En el Kaunertal Glacier.Matteo Pavana

¿Qué te llevó a cambiar de Roxy a Patagonia este año, después de una larga trayectoria con Roxy?

Llevaba con Roxy desde 2008 y me ha encantado compartir ese tiempo por la inspiración que me han brindado todas sus chicas. La marca empodera mucho a las mujeres y yo siempre me sentí empoderada por mis compañeras en los deportes de nieve y en el surf. Me ayudó a tomar mi propio camino y me hizo creer en mi talento para contar una historia, además de materializar mi trayectoria como esquiadora, con tantísimas buenas aventuras.

Sin embargo, sentí que había llegado el momento de pasar a algo diferente, algo más maduro y centrado en las cuestiones más urgentes de nuestros tiempos. Obviamente, siempre me he sentido inspirada por Patagonia y sus deportistas, tanto en la montaña como en el agua. Toda la historia de la empresa y sus fundadores, la forma en que se gestiona y su conciencia política dentro de la marca me inspira mucho.

Me encanta la forma en que se cuentan las historias de Patagonia, sobre todo en el ámbito cinematográfico. Ese es un campo en el que me encantaría contribuir y participar, también. Y estoy emocionada por poner mi granito de arena para salvar el planeta en el que vivimos.

¿Qué te motiva a practicar esquí (y todo lo demás)? ¿Y qué viene ahora?

Simplemente, me parece divertido estar en la nieve, en las montañas, con amigos. La sensación de fluir y divertirme que obtengo al esquiar es impresionante, y me motiva estar en la cima de una montaña, con el aire fresco y gélido, y una buena pista de nieve virgen frente a mí.

También me encanta el carácter meditativo del senderismo, ya sea en terrenos de alta montaña o en bosques. A veces también conlleva esfuerzo, pero subir hasta la cima caminando tiene algo de meditativo, a la par que gratificante.

¿Y qué viene ahora? Quiero explorar más mi propio entorno, las montañas y los senderos que rodean Innsbruck. También me encantaría practicar más el esquí de travesía de alta montaña. Cruzaremos los dedos para que este sea un buen invierno. Podría esquiar en mi propio jardín si hubiera suficiente nieve, ¡así que mis expectativas son altas!