El trágico final del conflictivo Pélissier
Su pareja le mató con la pistola del suicidio de su ex después de una vida turbulenta y marcada por su fuerte carácter.
Henri Pélissier es uno de los cinco campeones del Tour de Francia que han nacido en París. Los otros fueron Louis Trousselier, vencedor en 1905; Octave Lapize, en 1910; Georges Speicher, en 1933, y Laurent Fignon, en 1983 y 1984.
Pélissier se coronó en 1923. Para entonces ya era un carismático personaje en Francia, que había quedado segundo en el Tour de 1914, antes de la Gran Guerra, y había dominado carreras prestigiosas como el Giro de Lombardía, la París-Roubaix y la Milán-San Remo. Sus hermanos Francis y Charles también ganaron etapas y fueron líderes de la Grande Boucle. Otro, Jean, que murió en el frente, no llegó a debutar.
Henri Pélissier tuvo varios enfrentamientos con Henri Desgrange, el patrón del Tour. El conflicto original vino en la Roubaix de 1921, cuando Francis y él pidieron más dinero de los patrocinadores y, al ser rechazada su demanda, decidieron correr como independientes. Desgrange entró en cólera y anunció que nunca más saldrían en la portada del diario L'Auto. Se equivocó. Henri conquistó el Tour en 1923, justo después de que Desgrange vaticinara lo contrario: "Pélissier no sabe sufrir, nunca ganará el Tour". Se volvió a equivocar.
Al año siguiente tuvieron otro desencuentro. Un juez insinuó que Henri se había quitado una prenda en carrera, una acción prohibida en la época, porque había que acabar con el mismo material con el que salías. Se enfadó, discutió con Desgrange, algunas fuentes dicen incluso que le abofeteó, y se retiró junto a su hermano Francis y Maurice Ville, que iba segundo.
Tras ese suceso aconteció la famosa entrevista de Albert Londres, que deparó el artículo titulado Les forçats de la route, los forzados de la ruta, una expresión que ha llegado a nuestros días. Ahí denunciaron que el Tour les trataba como si fueran "bestias en el circo", y revelaron cómo superaban el sufrimiento: "Esto es cocaína para los ojos; esto, cloroformo para las encías; y esto, pastillas para avanzar. Vamos con dinamita".
El fuerte carácter de Henri Pélissier también le hizo llevar una vida turbulenta, que acabó con su fallecimiento trágico a los 46 años. Su primera mujer, Leontine, se suicidó de un disparo tras una fuerte discusión. Y la segunda, Camille Tharault, veinte años más joven, le mató con esa misma pistola, que el exciclista había guardado en un cajón, después de otro conflicto familiar que terminó con ella en el hospital de Rambouillet con un ataque de nervios y con hematomas por el cuerpo, y con su hermana con heridas de cuchillo. Después de cumplir una condena de un año de cárcel, Camille cambió de identidad y desapareció de la escena pública.