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LA RUTA DE LA VUELTA

Jalabert dejó atrás al esprínter

El francés ganó las dos últimas veces que la Vuelta llegó a Orense. Fue en 1993 y 1995. Entre esos dos años, su forma de correr sufrió un profundo cambio.

Jalabert dejó atrás al esprínter

La última vez que la Vuelta a España llegó a Orense, en 1995, ganó Laurent Jalabert. También la penúltima, en 1993. Aunque ambos eran la misma persona, ya no eran el mismo ciclista. Algo había cambiado en dos años.

Cuando Jalabert venció en 1993 era un emergente velocista, que proyectaba también para las clásicas. Aquel día arrancó en el repecho al 6% que conducía a la meta con tanta fuerza que sacó dos segundos a Abdujaparov y Rominger. Era su primera victoria en la Vuelta, con 24 años. Luego sumó otra en Madrid. Su director, Manolo Saiz, advirtió: "Laurent sabe que el equipo, para su desgracia, no le puede preparar las llegadas. El trabajo hay que volcarlo en Zülle y Breukink".

Al año siguiente, Jalabert se hinchó a ganar en la Vuelta: siete victorias. Pero una de ellas fue muy especial, porque no se produjo en un esprint, sino en un templo de escaladores: los Lagos de Covadonga. El francés de la ONCE se metió en una fuga de 14 ciclistas. La subida final fue un mano a mano con Roberto Torres, que tropezó con una moto de la Guardia Civil atravesada en su camino cuando lanzó su ataque: se le salió el pie del pedal, le costó arrancar… y dijo adiós a la victoria. "Roberto tuvo mala suerte, pero creo que hubiera ganado igual", dijo el francés. Aquel triunfo, seguramente, modificó su chip.

Jalabert estuvo imparable en toda la temporada 1995. Ganó la Milán-San Remo y la Flecha Valona, la París-Niza y la Volta a Catalunya. Brilló en el Tour: cuarto en la general tras una genial victoria en Mendé. Y llegó a la Vuelta, la primera en septiembre, de tapadillo: "Vengo a echar una mano. No puedo disputar cada carrera en la que estoy". Sin embargo, al cuarto día venció y se puso de líder en el Naranco. Ya no le extrañó a nadie que el velocista triunfara en alto. Dos días después repitió en Orense, en un día gélido, mientras que Saiz seguía diciendo que el líder era Zülle. Pero ya nadie le creía. Jalabert vistió 19 días consecutivos el maillot amarillo, ganó cinco etapas y se coronó en Madrid con 4:22 minutos sobre Abraham Olano. Era otro ciclista.