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CICLISMO | TOUR DE FRANCIA

"La confirmación" del filósofo Guillaume Martin

Licenciado en Filosofía, el escalador francés del Cofidis marcha tercero de la clasificación general, a sólo 28 segundos de Primoz Roglic.

Actualizado a
"La confirmación" del filósofo Guillaume Martin
Jesús Rubio

Licenciado en Filosofía, escritor y ciclista. Guillaume Martin, tercero en la general del Tour (a 28 segundos de Primoz Roglic), es un hombre polivalente. O, como él dice, “una persona con una profesión e inquietudes fuera de su zona de confort”. Su trabajo de fin de máster lo tituló Nietzsche y el deporte, tiene una novela publicada (Sócrates en bicicleta) y una obra de teatro estrenada (Platón y Platoche). “Para mí, resulta igual o más importante luchar por la excelencia al competir como contar con una formación académica y disfrutar de lo que te apasiona fuera de la carretera”, reconoce a AS.

Después de una primera semana “brillante”, en sus propias palabras, la segunda arrancó con caída y susto por el positivo por coronavirus de un auxiliar del Cofidis. El segundo caso dentro del equipo conllevará su expulsión inmediata de la carrera: “Resulta paradójico que por unas circunstancias ajenas al rendimiento de los deportistas debas marcharte para tu casa sin más opción para conseguir tus objetivos, pero se trata del mundo que nos ha tocado vivir y de una normativa impuesta por el Gobierno francés y la organización del Tour, que acatamos. El virus es un problema muy grave para toda la sociedad internacional”. Sobre el coronavirus se para a reflexionar más: “Aunque me parece sumamente raro que ni siquiera en una misma estructura podamos mezclarnos con el masajista o el mecánico, que tengamos que alejarnos del público y de los periodistas, preservar la burbuja y culminar la ronda en París ofrecerá una lección sobre lo seriamente que actúa también el deporte. Colaboramos al máximo y nos encontramos muy concienciados”.

Respecto a sus molestias en la espalda, no cree que le perjudiquen en las jornadas decisivas: “Afortunadamente no me golpeé con el suelo, sino contra la hierba, que amortiguó el impacto. No me supondrá ningún impedimento”. Pese a que los medios y aficionados de su propio país le consideran “la revelación” del Tour de 2020, él prefiere autodenominarse “la confirmación”: “No he aparecido de repente. Pasé a profesionales en 2016 con el Wanty (para este curso le contrató el Cofidis, con seis victorias en su palmarés) y, a mis 27 años, dispongo de un buen bagaje. Quizá me faltaba un punto de madurez, pero en 2019 acabé 12º, casi en el top-ten de la prueba más grande del mundo. Continúo con un crecimiento progresivo”. Para ese proceso de “enriquecimiento personal y adquirir experiencia”, no se priva de escribir: “Me encanta. Siempre que se me ocurre una idea procuro plasmarla. A boli, con el móvil o en el ordenador. No me impide desempeñarme como corredor y, al final, esto es un juego: hay que intentar ser el mejor”. En ello está.