Milán-San Remo, el monumento más preciado de los esprínters
La Classicissima, retocada en su recorrido por el coronavirus, será el primer monumento de la temporada. La historia de la prueba realza las opciones de los velocistas.
Cinco meses después de la fecha previa, la Classicissima ya está aquí. La Milán-San Remo volverá a ser el primer monumento de la temporada, aunque se ha debido reinventar por el coronavirus. La fecha, recorrido y la reducción de ciclistas por equipo son los cambios principales de una prueba que con todo mantiene su misticismo y relevancia habituales. El gráfico superior ofrece el perfil de la carrera, su historia y también caracteriza a la figura del esprínter, tan imporante normalmente en la meta de Via Roma.
El trazado mantiene las subidas finales a Cipressa y Poggio, las cotas que pueden evitar una llegada al esprínt. La Milán-San Remo es casi el único monumento destinado a los velocistas, siempre que la carrera no se rompa antes por su dureza. Mathieu Van der Poel, Peter Sagan, Greg Van Avermaet, Elia Viviani, Dylan Teuns, Julian Alaphilippe, Arnaud Demare, Sonny Colbrelli, Vincenzo Nibali, Fernando Gaviria, Michal Kwiatkowski, Wout Van Aert, Michael Matthews o Caleb Ewan son los grandes favoritos.