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CICLISMO

Iván García Cortina y su reto de 12.000 metros de desnivel en Andorra

El ciclista, residente en Andorra, publicó en su cuenta de Strava los datos de su aventura 'Un país en dos días', con 366 kilómetros y 12.000 metros de desnivel positivo.

El ciclista Iván García Cortina, durante una ascensión durante su reto "Un país en dos días" por las carreteras de Andorra.
Fidel Bagan para Strava

El ciclista asturiano del Bahrain-McLaren Iván García Cortina prosigue con su preparación para el regreso de la temporada ciclista por las carreteras de Andorra, donde reside y entrena.

Cortina, que antes del parón por la pandemia del coronavirus logró una victoria de mucho prestigio en París-Niza, quiere llegar al regreso de la competición en la mejor forma posible y por eso realizó un curioso reto los pasados 9 y 10 de junio en los que recorrió casi 370 kilómetros por la geografía andorrana con cerca de 12.000 metros de desnivel positivo. En declaraciones a Strava, el propio Cortina analizó cómo se le ocurrió la idea de este desafío. "Durante el confinamiento pase muchas horas con el ordenador diseñando rutas con el creador de Strava para varias cosas: una ruta desde Andorra a Asturias en 4 días, rutas de gravel por la zona y otras muchas idea. Pero surgió esta aventura en la que, además de evadirme de todo y disfrutar como nunca de la bici, también tenía una idea en cuanto al entrenamiento. Quería aprovechar estos dos días para hacer muchas horas sobre la bici y trabajar el fondo de cara a las clásicas".

El asturiano, que publicó los recorridos de su desafío en esta Strava, se enfrentó a la primera jornada el pasado 9 de junio. En esta ocasión Cortina rodó durante 178 kilómetros con 5.289 metros de desnivel positivo que completó tras 7:36:21, a una velocidad media de 23,4 km/h, una potencia promedio ponderada de 259 vatios y un trabajo total de 5.969 kilojulios. En este trazado Cortina tuvo que completar las ascensiones a los puertos de Andorra-Arcalis, Ordino, Forn, Envalira, Cortals d'Encamp y Anyos. "A los pocos kilómetros nos empezó a llover y a medida que subíamos a Arcalis la climatología empeoraba. Cuando llegamos a la cima hacía 0 grados y estaba nevando. No podía casi frenar en la bajada porque el frío congelaba los dedos. Despuñes la cosa cambió y durante esta parte del día conté con la compañía durante varios kilómetros de Edu Prades y Bernat Font. Tras subir Envalira, de camino a Els Cortals d'Encamp, último puerto del día, las energías se terminaron y sólo pudimos sobrevivir. La velocidad no era constante, no tenía fuerza para meter vatios en los pedales y parecía casi interminable. Una vez arriba, todo cambió, había logrado casi el primer día de este reto. Mi novia, que es masajista, me dejó las piernas como nuevas para el día siguiente", valoró el asturiano tras esta primera jornada,

Cortina se enfrentó a un desafío más duro en la segunda jornada del miércoles 10 de junio, cuando rodó durante 190 kilómetros con 6.335 metros de desnivel positivo que completó en 8:51:24 a una velocidad promedio de 21,4 km/h y una potencia promedio ponderada de 243 watios y un trabajo total de casi 6.200 kilojulios. En esta ocasión Cortina tuvo que realizar las subidas a Pal, Port de Cabús, Port d'Arinsal, Coll de Beixalis, Coll de la Gallina, Aixas, La Rabassa hasta Naturlandia y Certés para terminar en La Massana. "A partir de Cabús empezó el peor momento de este reto. Después del Port de Cabus, subí Arinsal sin fuerzas y vacío y, después de este, vino Beixalis. La sensación de agotamiento total era increíble, a cada pedalada que daba me apetecía pararme a descansar, pero conseguimos llegar arriba e ir directos a la parada para descansar un poco. Después puse rumbo al Coll de la Gallina, uno de los puertos más míticos en Andorra 'por culpa' de Purito. 10 kilómetros al 10% de pendiente media que sorprendentemente subí muy ágil y con fuerza después de la parada. Tras otro descanso subí Aixas, Rabassa y Certers, tres puertos duros y alguno muy largo. Aixas lo subí sin problemas. La Rabassa, a medida que iban pasando los kilómetros, los metros de ascensión y los minutos, sentía la falta de fuerzas. Me tomé dos geles de golpe y me dieron la energía suficiente para coronar. Pero la mente estaba en la última subida del día, Certers, de 5 kilómetros, y creo que porque la mente sabía que solo quedaba eso, me empecé a sentir eufórico en esa última parte del día. Coroné el puerto y tarde 35 minutos en bajar y llegar a casa".

El ciclista del Bahrain-McLaren saca conclusiones muy positivas de este original y exigente desafío. "Estos días creo que, personalmente, han sido muy enriquecedores e inolvidables. Aunque en algunos momentos fui acompañado, el 80% lo hice en solitario, pensando en mis cosas. Jamás había hecho tantas horas sobre la bici y menos aún dos días seguidos, lo que me hace ganar un mayor respeto por las carreras y competiciones de ultra gran fondo. También me hizo valorar mucho el trabajo de los masajistas y mecánicos en nuestras competiciones, ya que cuando estás en competición solo te tienes que preocupar de competir y estar concentrado al 100%. En cambio en esta ocasión tuve que preparar la comida, lavar la bici, hacer la colada.... son cosas que no valoras tanto hasta que haces algo así. Dicho esto, ¡HASTA LA PRÓXIMA AVENTURA!".