Alejandro Valverde cumplió 40 años el sábado, confinado y sin poder entrenarse fuera de casa. En condiciones normales habría disputado el domingo la Lieja, el monumento en el que suma cuatro títulos. Sin embargo, se ejercita en el rodillo y colabora con la iniciativa de Nadal y Gasol: Movistar sortea su bici de campeón mundial y él ayuda también a la Cruz Roja.

¿Qué tal se encuentran usted y la familia?

Bien, dentro de lo que cabe no llevo mal lo de estar encerrado, aunque tengo ganas de salir y volver a toda la normalidad que podamos alcanzar. Me machaco como nunca en el rodillo y disfruto más de los míos, en competición cuesta más porque paso mucho tiempo fuera.

¿Cómo celebró los 40 años?

Con una tarta, de la mejor manera con la familia. Con el resto habrá margen para festejar más cuando se pueda. La pena es que se parecerá bastante a las anteriores semanas. Con la grupeta hablo por Zoom o House Party, se les echa de menos.

¿Cuesta el día a día?

A ratos. A veces que te levantas animado y otras con incertidumbre, esto va para largo y costará regresar a la medio normalidad. Desgasta el no saber. Así que intento conservar una rutina. Me despierto sobre las 07:00, dos o tres días hago rodillo en ayunas. Por la tarde meto otro poco de rodillo o gimnasia y core. Consiste en permanecer ocupado.

Ve muy complicado competir esta temporada.

Sí, pero con el calendario nuevo en marcha aparece un poco de luz. Eso sí, da miedo por lo que mueve el Tour. Quizá se dispute, aunque con medidas muy restrictivas. Si se pierde esta campaña, no queda otra que volver en 2021. Ya valoraré si prolongo más allá mi trayectoria.

¿Teme por el ciclismo?

Sí. Se han producido recortes en equipos, se caerán pruebas. En Movistar no ha afectado de momento. No sé cómo mejorar la financiación, eso corresponde a los mánagers. Considero un sinsentido que las tres grandes conserven las tres semanas, nos meteremos casi en el próximo curso, aunque sin nada sería el caos económico.

Tampoco les resultará fácil correr de nuevo.

No sé si realizo mucho rodillo o poco, si el parón me beneficiará o si me quemo con tanto kilómetro. Si tenemos carreras, se producirán sorpresas. Desconocemos cómo responderá el cuerpo, nunca vivimos una situación así, aislados y sin la carretera.