¿Cómo se presenta en Yorkshire para la defensa del arcoíris?

Bien, me siento motivado y con ilusión por repetir título. Me encuentro al 100%, recuperado de los esfuerzos de la Vuelta y esperanzado por sacar el mejor resultado. En la concentración de Alicante nos entrenamos bien, realizamos buenos entrenamientos y congeniamos, como en la de 2018 en Granada. Así que esperemos que las cosas salgan igual.

(Alejandro Valverde hizo sólo 50 de los primeros 180 kilómetros del Mundial en la revisión de la mañana. Con lluvia y frío, el murciano llegó poco convencido: "No es mi trazado". Después, cuando vio que Sergio Higuita, un ciclista de características similares a las suyas, disputaba las medallas en la prueba Sub-23, se vino arriba: “Ya veremos qué pasa”).

El mal tiempo pronosticado no le favorece.

Así es. Aunque con lluvia tengo mis triunfos y medallas como en Ponferrada y Florencia, no me gustan las situaciones de carrera que se generan. Debes andar muy atento, apenas comes, se producen caídas y percances ajenos a ti… Podría resumirlo en que me noto bastante bien físicamente, incluso mejor que antes de Innsbruck, pero que el recorrido y las condiciones externas no se adaptan tan bien a mí.

Entonces, ¿a qué aspira?

A lo máximo, claro. Además, pienso que precisamente por esas circunstancias se tratará de una competición para veteranos, para gente con experiencia más que para la generación de jóvenes que aprieta para alcanzarnos. Salvo Van der Poel, al que considero uno de los tíos más fuertes y más en forma.

¿Rivales?

Sagan, Gilbert, Van Avermaet, Alaphilippe, Matthews… Los habituales de siempre.

¿Cómo cree que se desarrollarán los 285 kilómetros?

Distintos a Innsbruck, porque los primeros 180 no ofrecerán ni un descanso. En 2018 respiré antes del circuito. En esta ocasión no se producirá ni un instante de tregua con el agua, asfalto mojado, curvas técnicas, calzada estrecha, subidas y bajadas constantes… Ojalá lleguemos a las vueltas finales con las opciones intactas, ¡y que se decida ahí todo!

Con 39 años, ¿qué prefiere añadir a su palmarés?

Si me dieran a elegir, el oro olímpico, que falta en el currículum. Si no tuviera el Mundial, no me importaría revalidarlo. Sin embargo, los Juegos quizá se conviertan en el último gran reto de mi trayectoria deportiva.

¿Lo más destacado del año en arcoíris transcurrido desde Innsbruck?

Vestir esta prenda en cada cita en la que me inscribía. Simplemente eso, disfrutar de ser campeón del mundo e intentar honrar el maillot con trabajo y orgullo en la carretera. Así que si voy a separarme de un logro tan preciado, procuraré realizar una defensa a la altura.