Pascual Momparler (Villanueva de Castellón, Valencia, 1982) supervisa todas las categorías, masculinas y femeninas, absolutas, Sub-23, juniors y de ciclocross, de la Federación Española de Ciclismo. Excorredor y organizador del Memorial Momparler (en honor a su padre), firmó dos temporadas con la RFEC y debuta en Yorkshire al frente del organigrama y de la Selección que defenderá el título de Alejandro Valverde este domingo.

¿Qué tal se presenta su debut como seleccionador nacional en sustitución de Javier Mínguez?

Yo andaba a rueda, quietecito, pedía relevo y pasé. La polémica de la salida de Mínguez no me salpicó. No pisé a nadie y fui leal tanto a Javier como a la Federación. Ahora me siento un poco nervioso, como siempre que llegas a una gran competición, pero arropado y motivado. Pienso que dispongo del mejor equipo posible para este trazado y trataré de hacerlo lo mejor que sé.

¿Posee la experiencia suficiente?

Sí, no sólo conozco bien la base, sino que también ejercí como segundo de Mínguez en muchas citas importantes, e incluso de titular en otras, como el oro y el bronce de Luis León Sánchez en los Juegos Europeos, en fondo y en contrarreloj. Contacté con los corredores y la acogida resultó favorable. Además, basta con un arcoíris para empatar con Mínguez (risas). En serio, me veo preparado para el reto, cuento con todos los ciclistas para realizar un buen papel en este Mundial.

¿Cómo se gana la autoridad entre un grupo de deportistas en el que incluso algunos le superan en edad, como Valverde (39 años)?

Con trabajo y acierto. Básicamente, con buenos planteamientos y resultados en los que crea el bloque. Muchos me conocen desde juveniles y me respetan por las decisiones que adopté en el Porvenir (conquistado con Rubén Fernández y Marc Soler) o en otras carreras importantes de categorías inferiores. Aparte me apoya nuestro líder, Valverde. Si el jefe de la banda ayuda, el resto de la banda toca al mismo son.

¿Qué clase de líder es Valverde?

Del innato, del que se ofrece de manera natural para probarse ropa o un compromiso, del que se presta el primero para lo que sea, que respalda tácticas y hace caso. Si él colabora, imagine los demás con su ejemplo. No se trata de un capo italiano, de esos que mandan porque son el más guapo, el más fuerte y el que más dinero gasta. Alejandro podría ser así, pero lidera casi sin querer, con espontaneidad y desinteresadamente. Por eso brindaremos cada uno nuestro mil por cien para que repita arcoíris.

¿La Selección girará en torno a él o estudiarán otras alternativas?

Alejandro será el líder único. Luego dispondremos de otras vías, como los Izagirre, Luis León, Soler o Cortina, capaces de colarse en los cortes y pelear por rematar. Sin embargo, el grupo sabe que al final se apoyará a Valverde sin fisuras.

¿Considera que existen opciones en el recorrido de Yorkshire?

Sí, para eso vinimos aquí. Pretendemos sacar lo mejor de nosotros y aportar los medios que requiera Alejandro para volver a vencer. Evidentemente juegan muchos factores y te mides a adversarios de enorme nivel, como la Holanda de Van der Poel, la Australia de Matthews, la Eslovenia de Roglic y Pogacar, la Eslovaquia de Sagan, la Bélgica de Gilbert y Van Avermaet… Con 285 kilómetros y la dureza del trazado y el clima, la competición se romperá, así que nos exigiremos permanecer atentos en cabeza y no perder el caballo. Después, si otro superior te bate, pues enhorabuena.

¿Dónde residirá la clave?

Los primeros 180 kilómetros hay que salvarlos sin percances, ya que se tratará de circular por carreteras y técnicas, y un percance puede eliminarte u obligarte a un calentón. En el circuito, muy técnico y duro, aunque no tanto como nos gustaría por las características escaladoras de los españoles, consistirá en entrar y controlar los movimientos peligrosos, no ir a contrapié y trabajar para Alejandro. Luego, confiar en que respondan las fuerzas, alcanzar las medallas… y por qué no la de oro.