Valverde: "Nairo no dijo que iba mal, no sabíamos nada"
Naufragio del Movistar, que endureció la jornada y descolgó al colombiano. Landa se vació y no pudo rematar. Valverde, 9º y mejor clasificado.
Tras 14 jornadas de Tour, la situación de carrera para el Movistar se presenta diametralmente opuesta a la del Giro. En Italia, Richard Carapaz conquistó el título y Mikel Landa acabó cuarto, a ocho segundos del podio. El equipo corrió al ataque, valiente. En Francia, Alejandro Valverde, quien no tenía previsto participar, va noveno y mejor clasificado… a 5:27 de Julian Alaphilippe. Landa marcha 11º, a 6:14, y Nairo Quintana, 14º, a 7:19. Un mal balance.
Sin embargo, la escuadra telefónica lo probó camino del Tourmalet. Desde el Soulor endureció el ritmo. Tanto, que Nairo se descolgó. El colombiano culpó a la caída del miércoles de su “mal día”: “Seguramente los golpes afectaron al cuerpo. Ahora no queda otra que ayudar a Mikel y a Alejandro, que se encuentran en mejores condiciones y por delante de mí en la tabla de la general”. Valverde confirmó en la meta que Nairo no les dijo nada sobre su mala tarde: “No sabíamos que se sentía así”.
Una falta de comunicación global y de liderazgo de un ciclista que parece haber dado ya sus mejores pedaladas para el Movistar, y del que se habla más respecto a su fichaje por el Arkea y a qué gregarios se llevará consigo. En la rueda de prensa de la primera jornada de reposo, Nairo se expresó en pasado sobre su vinculación con la estructura de Eusebio Unzué. Un escalador descomunal, con una Vuelta y un Giro en su palmarés (más un subcampeonato en la Corsa Rosa, dos segundos y un tercer puesto en el Tour), pero mucho más apagado desde 2018.
Landa, para el que trabajaron sus compañeros de cara a una posible victoria en el Tourmalet, se vació “a cinco kilómetros de la cumbre”: “Las buenas piernas terminaron ahí, aunque logré ceder poco frente al resto de los favoritos”. El planteamiento del alavés, que perdió 2:09 en los abanicos de Albi cuando rodaba en cabeza y le derribó Warren Barguil, se reduce a “luchar por triunfos parciales para intentar concluir en el cajón o lo más cerca”. Al menos ha dejado atrás la depresión por ese accidente: “Restan muchísimos puertos, espero no pagar los esfuerzos del Giro y continuar en la pelea”.
El que no se inmuta es Valverde. Noveno, aseguró que hubiera preferido no verse como mejor español del Tour de 2019: “Me habría encantado que Enric Mas permaneciera por delante y de blanco”. El murciano no quiere que le mencionen la palabra líder: “Está claro para quién debe currar el Movistar a partir de este momento: Mikel”. Compite sin presión, como un “electrón libre”, aunque no le alcanza el gas: “Regulé cuando andaba justo de energía”. En resumen, el campeón del mundo considera que el Movistar tiene que “reprogramar los objetivos del Tour”.