Mas: “Alaphilippe es cabezón, fue valiente y muy fuerte”
El balear explicó que el Deceuninck había inspeccionado la etapa y que por eso sabían dónde atacar. Alaphilippe: “Gané por huevos”.
Julian Alaphilippe consiguió su tercera etapa en el Tour y el maillot amarillo por “huevos” o por “cabezonería”. Depende de si habla el francés, eufórico y desatado, o su compañero Enric Mas, sonriente y contento, pero más contenido. Después de apuntarse la montaña y dos triunfos en 2018, el que muchos consideran el nuevo Valverde tenía la meta de Epernay en el punto de mira. “Inspeccionamos la jornada hace unos días. Julian sabía lo que debía hacer, dónde atacar. Con unos velocistas y clasicómanos de tanto nivel, planeamos anticipar la arrancada. Y realizó un magnífico trabajo. Conocemos su cabezonería y que lo intentaría seguro… y mira si se empeñó y lo logró. Corrió con una valentía y fortaleza tremendas”, contó Mas.
Por su parte, Alaphilippe, heredero de Thomas Voeckler en cuanto a declaraciones, gestos y el gusto por la cámara de televisión, se mostró exultante: “¡Qué barbaridad! Alcancé mi objetivo por panache (testiculina). Increíble vestir el amarillo. ¡Qué sensación! Me noto sin palabras”. Pichichi de la campaña con once dianas (incluidas la Strade, Milán-San Remo y Flecha Valona), aseguró que buscará “muchas más oportunidades y, por qué no, otro jersey de la montaña”. A los 27 años (y recién renovado por el Deceuninck hasta final de 2021 con un contrato de estrella mundial), se ha convertido en un ciclista total, capaz de vencer en cuestas imposibles, en un pulso en solitario al pelotón, en etapas pirenaicas o en esprints masivos y reducidos: “Consiste en ofrecer un buen espectáculo, me motivan la bici y mi profesión”.
De momento, saboreará el liderato del Tour: “A cualquier francés le ilusiona marchar primero en la carrera de su país. Dure lo que dure, lo disfrutaré al máximo”. Posiblemente, Alaphilippe cederá la prenda (que no portaba un compatriota desde Tony Gallopin en 2014) en La Planche des Belles Filles. A él le encantaría que Mas tomara su relevo: “La cosa quedaría en casa”. Sin embargo, el español se quita presión: “Me enfrento a corredores muy en forma, que vienen mejor que yo del Dauphiné y de Suiza. Deseo no perder tiempo respecto a ellos para cuando lleguen las montañas de verdad”. Eso sí, se encontrará con una ventaja hasta la sexta jornada: “Como Julian lucirá el amarillo, iremos en la punta del grupo… y protegidos”.