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CICLISMO | TOUR DE FRANCIA

Enric Mas: "Vengo para aprender... y a por todas"

Segundo en la Vuelta de 2018, debuta en el Tour (24 años) con los pies en la tierra y la ambición de no descartar nada en su lucha por la clasificación general.

Bruselas
Enric Mas: "Vengo para aprender... y a por todas"
JESUS RUBIODIARIO AS

¿Qué tal se encuentra antes de su debut en el Tour?

Desde el inicio de la temporada sabía que se trataba del principal objetivo, así que llego con la máxima motivación y muy bien preparado. En Suiza me noté bastante bien, aunque no estaba para ganar después de dos meses sin ponerme un dorsal. Quizá me sienta aún mejor que antes de la Vuelta de 2018, en la que terminé segundo y fui muy fuerte.

(Enric Mas –Artà, Baleares, 24 años– atiende a AS de buen humor en la periferia de Zaventem, afueras de Bruselas, en un supermercado de Lidl –uno de los patrocinadores de su estructura– tras la puesta de largo del ocho del Deceuninck para la Grande Boucle de 2019).

¿Cómo fueron sus entrenamientos?

En febrero me concentré en Colombia, realicé un buen bloque de competición con País Vasco, Catalunya y Ardenas, y regresé a la altura en Sierra Nevada. En Suiza cogí ritmo de carrera, y desde entonces perdí un poco de peso para verme más fino.

Después de su segundo puesto en la Vuelta, ¿con qué mentalidad afronta estas tres semanas?

No miro más allá del día a día. Durante la primera semana pretendo estar arropado para no perder las opciones y colocarme bien dentro del pelotón. Es mi primer Tour, una prueba muy complicada, y debo aprender en mi debut. Para la tercera deseo sacar lo que llevo dentro.

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JESUS RUBIODIARIO AS

Pero sus expectativas no serán sólo venir a aprender.

Entiendo que desperté el interés de los medios y del pelotón por mi edad (24 años) y con ese segundo puesto en la Vuelta. Sin embargo, no cuento con experiencia suficiente aún.

¿Ha pedido consejo a corredores veteranos?

No, nunca he hecho eso. Al fin y al cabo, el Tour no deja de ser otra ronda en la que andar más rápido en bicicleta que los rivales. Únicamente, más grande y con muchísimo más ruido a nuestro alrededor.

¿Tampoco ha hablado con Alberto Contador, vencedor aquí y su mentor en la Fundación?

No, no hemos contactado recientemente. Igual a lo largo del Tour, no lo sé.

¿Cuál será su rol en el Deceuninck?

Seré el hombre para la general. Tenemos el mejor equipo para los esprints, con Viviani, para las metas en alto y media montaña, con Alaphilippe, o para disputar la crono por equipos. En mi caso, lucharé hasta el último día por la clasificación. No me importa que los compañeros estén centrados en otros papeles para respaldar a nuestro velocista, vengo a rodarme y a por todas hasta el final.

¿Cómo traduce ese “a por todas”?

Firmaría un top-ten, seguro. Si me dieran a elegir, imponerme en una etapa y hacer entre los cinco primeros. Como si venzo bajando. Sin preferencias sobre el libro de ruta, lo importante es alzar los brazos.

¿Nota la presión del primerizo?

No. Me encuentro relajado, con ganas. Me impone un poco de respeto la primera semana, no miedo, porque además corro para la mejor escuadra posible para este tipo de escenarios de jornadas nerviosas y con abanicos: el Deceuninck.

¿La contrarreloj del domingo es un desafío para ustedes?

Sí, partimos de Bruselas, somos una formación belga y queremos ganar la crono por equipos. De hecho, la alineación se ha completado con un par de ciclistas escogidos específicamente para un día marcado en rojo. Ojalá las cosas marchen bien y salga entre los candidatos con un saldo favorable ese día. No conozco el circuito, pasan miles de coches por ahí y quizá resulte peligroso con el aceite de los vehículos y las curvas. Lo inspeccionaremos.

¿Y llegar de líder o vestirse de amarillo en La Planche des Belles Filles, en la sexta etapa?

Ufff… Eso es pensar demasiado, aunque por qué no. No debes descartar nada en deporte.

En la Vuelta de 2018 fue el Dorsal AS al primer joven. ¿Ambiciona el maillot blanco?

Si llega, llega. Veremos hasta dónde llego yo.

¿Considera que le beneficiará un segundo plano entre los favoritos o un Tour más abierto sin Froome y Dumoulin?

Esperemos que sí, pelearé por mi posición. No obstante, Ineos, con Thomas, Bernal y su sólido bloque habitual, y Movistar, con Landa, Nairo, Valverde y el resto, parecen algo por encima. Eso sí, estudié las jornadas y no me da miedo el desafío. Reconocí el trazado, incluidos los puertos de más de 2.000 metros (en Andorra reside a más de 1.200 m). Quiero superar sin percances la primera semana, lo demás dependerá más de mí.

¿Era el Tour de Francia la carrera con la que soñaba de pequeño?

Sí. Comencé a seguir el ciclismo y a verlo por la televisión en 2007, cuando la primera victoria de Alberto Contador. Me encantaría emularle, pero paso a paso.

Después del Tour, ¿qué?

Me gustaría participar en la Clásica de San Sebastián. No creo que vaya a la Vuelta.

¿Y respecto a su futuro? ¿Renovará con el Deceuninck o recalará en el Movistar, con el que se vincula para 2020?

Tras el Tour se sabrán novedades, pero no las sé ni diré nada (risas).