Enorme Landa: soltó a todos y le metió 1:37 a Roglic y Nibali

“¡Desencadenado Landa!”, gritaban en la retransmisión de la RAI. Dientes apretados, mirada al frente y agarrado en la parte de abajo del manillar, Mikel Landa arrancó a 16 kilómetros de la meta en el Lago Serrù. Le esperaban Héctor Carretero y Andrey Amador, que se desfondaron hasta lanzarle en solitario. Perfecta la estrategia diseñada por el Movistar. Excepcional su líder, con ambición, potencia y puntería. Igual que Richard Carapaz, que desde el grupo de los favoritos llegó sólo 18 segundos más tarde que Landa. “Debemos pegarle un vuelco a la clasificación”, reclamaban en el equipo telefónico en el primer día de descanso. El ecuatoriano y el alavés parecen los dos escaladores más fuertes del Giro.

A Landa no le alcanzó para atrapar a Ilnur Zakarin y a Mikel Nieve, los últimos supervivientes de la escapada del día, pero consiguió importantes diferencias que le devuelven a la lucha por la general: 1:37 a Roglic y Nibali, más centrados en marcarse mutuamente que en salir a por al resto de los rivales; 2:58 a Superman López, víctima de otro percance mecánico; 3:19 sobre el todavía rosa Polanc; y 3:35 a Simon Yates, en una explosión menor que la de 2018 contra Chris Froome, aunque muy lejos del mensaje que envió en Bolonia: “Si fuera mis enemigos, estaría cagado”.

Zakarin, duro tártaro de 29 años, se anotó su segunda etapa en el Giro y se metió de lleno en la pelea por el cajón de Verona. Ganó a costa de Nieve, un especialista en solucionar problemas cuando a sus jefes, Simon Yates en este caso y en 2018, se les tuercen las carreras (lleva tres triunfos en la ronda italiana y uno en la Vuelta). 27 corredores se filtraron en la numerosa fuga. Movistar, con Rojas, Carretero y Amador; Astana, con Izagirre, Cataldo y Zeits; Bahrain, con Antonio Nibali y Pozzovivo; y Mitchelton, con Nieve y Juul-Jensen, lanzaron a sus hombres para ejercer de puente ante posibles movimientos de sus líderes. La presencia de Mollema y de Zakarin provocó el férreo control del Jumbo Visma, que esta vez sí envió a un ciclista en la escapada, Tolhoek. Sin embargo, no se produjeron ataques previos en Pian del Lupo… ni a Roglic le respondieron sus compañeros cuando los adversarios tensaron el ritmo.

Los negocios quedaron aplazados para el Lago Serrù, un puerto a 2.247 metros de altura, 20,3 km al 5,9%. Y ahí atacó Landa: casi desde la base, sin mirar atrás. Roglic (con permiso de su compatriota esloveno Polanc), el mejor de los candidatos al título, aventaja ahora a Zakarin en 31 segundos; a Mollema, en 41; a Nibali le saca 1:44; a Carapaz, 1:57; a Majka, 2:03; y dispone de 2:43 de renta sobre Landa. Superman López (a 5:23) y Simon Yates (a 5:49) necesitan suerte y energía. Falta muchísima montaña, el Giro se abre cada vez más y Landa reclama su lugar entre los elegidos.