VUELTA A ESPAÑA

Enric Mas, el ciclista de moda al que Contador nombró sucesor

A sus 23 años, el corredor de Artá (Mallorca) acapara los focos tras su gran papel en la Vuelta. Bendecido por Indurain y Contador, él asegura que le "gusta la presión".

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Cuando Alberto Contador se encontraba en sus últimos días como ciclista profesional, los periodistas presentes en la Vuelta 2017 le pidieron que nombrara quién podría ser su sucesor entre los nuevos talentos. "Enric Mas, va a marcar una época", contestó, en lo que parecía incluso un flaco favor a un joven mallorquín de Artá que se encontraba en su primera temporada profesional. Un año después, aquel ciclista que había asombrado al Pistolero es el corredor de moda tras ganar la etapa decisiva de la Vuelta y subirse al segundo escalón del podio, tras Simon Yates.

A muchos le podrían haber dado vértigo aquellas palabras del campeón de Pinto. "Soy consciente de que ahora es un momento en el que se están buscando nuevas referencias", explicaba Mas a As antes de tomar la salida en Málaga. A pesar de su corta edad (23 años), parecía asumir que los focos tarde o temprano se centrarían en él como ha ocurrido con su asombroso final de Vuelta. "Me gusta la presión", asegura cuando se le pregunta si es consciente de lo que se viene encima por las expectativas que ha generado.

Hijo de doctor y enfermera, a Enric Mas no le tiró tanto la tradición del ciclismo en pista mallorquina, como la carretera. En categorías inferiores estuvo corriendo en equipos del Levante, como el Castillo de Onda, donde José Cabedo fue su director. Toni Colom, su actual entrenador, ha tutelado una progresión que le llevó a entrar en contacto con el propio Contador. Su hermano Fran le fichó para el equipo de la Fundación y Alberto le invitó a una concentración cuando militaba en las filas del Tinkoff.

Aunque el que le abrió las puertas de la élite fue Joxean Fernández Matxin, ahora director del UAE pero entonces cazatalentos del Quick Step, que le reclutó para el filial del equipo belga, el Klein Constantia, donde brilló en categoría Sub-23. No fueron pocos los equipos que le ofrecieron plaza en la máxima categoría, pero Mas no quiso irse de un equipo donde le tratan "de maravilla", a pesar de que las aspiraciones de la estructura de Patrick Lefevre lleven tiempo alejadas de ganar generales de grandes vueltas. Tiene contrato hasta 2019 y está más preocupado en que su jefe logre el respaldo de un sponsor potente que en buscar nuevo acomodo a pesar del cartel que se está labrando.

Lo que sí parece innegociable es que Mas sabe que está hecho para brillar en carreras de tres semanas. El año pasado ya pidió debutar en la Vuelta dejándose ver en alguna etapa como la del Angliru junto a Contador, y este año, tras estrenar su palmarés World Tour por delante de Mikel Landa en Arrate en la Vuelta al País Vasco, ya preparó a conciencia la ronda española que ha acabado siendo la de su confirmación. De momento, en la rueda de prensa posterior a su victoria en Andorra ya dejó caer que el Tour le llama, aunque aún sea difícil determinar si Contador no se precipitó al nombrarle su heredero. Él tampoco quiere que le comparen: "¿El nuevo Contador? Yo soy Enric Mas.