Julio Izquierdo: “Sería muy grande si logramos una etapa”
En el Burgos-BH, un equipo "obligado a dejarse ver" están satisfechos con su papel en la primera semana de la Vuelta: “Estamos dando juego”.
El día de descanso sentó bien en el Burgos-BH, equipo debutante en esta Vuelta. El cansancio se notaba tras nueve etapas exigentes para un equipo “obligado a dejarse ver, a agradecer a la Vuelta esta invitación siendo protagonistas”, como asegura su mánager, Julio Izquierdo. Y eso lo logra con una batalla diaria por las escapadas. “Sólo fallamos un día, el resto estuvimos siempre en la fuga”, valora el director Darío Hernández. Tanto esfuerzo ha tenido premio: Jordi Simón, en la etapa 3, y Jorge Cubero, en la 8, subieron al podio como los más combativos: “Estamos dando juego”.
“Quizá a partir de este momento, con etapas más duras, debamos tener más calma”, analiza Darío. La responsabilidad ahora la tendrán nombres como Jetse Bol, el holandés fichado justo antes de la Vuelta para esta cita, el portugués José Mendes, Diego Rubio... Todo para intentar lograr el “sueño” con el que se plantaron en la salida de Málaga. “Ganar una etapa sería un sueño, lo más grande”, apunta Julio Izquierdo. Un objetivo que sería un espaldarazo para este proyecto que esta temporada dio el salto a la categoría continental profesional (segunda) y junto al Euskadi-Murias ha insuflado optimismo al pelotón español.
“Lo vamos a intentar, pero es realmente difícil”, advierten. Y para hacerse una idea sólo hay que echar un ojo a su presupuesto de dos millones de euros cuando se encuentran compitiendo ante equipos World Tour donde todos rebasan ampliamente los 10 y en casos como el del Sky, los 30. “Nosotros tenemos que estar muy agradecidos al Ayuntamiento, a la Diputación, a la marca BH, principales patrocinadores, y a más de una veintena que también apoyan este proyecto planteado al menos hasta 2021”, explica Izquierdo. Confianza que intentan devolver cada día intentando que maillot y marcas acaparen minutos de televisión marchando en cabeza.
El gran momento de un año en el que todo estuvo a punto de desmoronarse justo cuando se acercaba la gran cita por las suspensiones por dopaje a dos corredores, Igor Merino e Ibai Salas (esta luego levantada por el TAD). Izquierdo cambia la voz: “Fueron disgustos muy grandes, no te esperas que ciertas personas te engañen. Y tener que explicar a patrocinadores y organizadores que esos casos no representan la linea de este equipo de tolerancia cero. Los momentos más duros en los 35 años que llevo en esto”.