Según pudo saber As, Mikel Landa no estará el próximo sábado 25 en la salida de la Vuelta a España en Málaga. Este periódico adelantó el pasado jueves que su concurso se antojaba muy complicado, ya que la recuperación no marchaba por buen camino. Al vasco le detectaron otra costilla fracturada en una nueva revisión médica (tenía rotas una costilla y la vértebra L1 por la montonera de San Sebastián, y secuelas de su caída en Roubaix en el Tour), y no era capaz de aguantar más de una hora en la bici por culpa de un importante edema en la espalda, producido por las lesiones y su intento de restablecerse.

A pesar de las sesiones triples de rehabilitación con diamagnetoterapia (dos por la mañana y una por la tarde, a sumar a las tandas de masaje), Landa no llegará a la Vuelta y baraja el Tour de Gran Bretaña (del 2 a 9 de septiembre) como una vía alternativa para lograr la forma que le permita acudir al Mundial de Innsbruck (30 de septiembre), su principal objetivo del final de la temporada.

El alavés se encuentra bastante disgustado con el Movistar, porque ninguno de sus doctores se preocupó por seguir sus evoluciones tras el diagnóstico de San Sebastián. Landa se puso en manos del reputado médico Mikel Sánchez (tío de su masajista, Andoni), con la colaboración del Club Deportivo Alavés y de su coordinador, Javier Barrio. Se trata de otro momento de elevada fricción entre el escalador y su equipo (que optará por Richard Carapaz para ocupar su posición de responsabilidad).