La Vuelta de las tarjetas

En los últimos años, el aumento de las medidas para la seguridad de los corredores es una realidad, especialmente tras desgraciados accidentes vividos en tiempos no tan lejanos. Hay varias que son de aplicación reciente y que, en teoría, son menos visibles para el espectador: aumento de la zona protegida para los corredores en ciertas etapas, especialmente al esprint (esto es que, si de normal dan el mismo tiempo a todos si hay un percance a falta de tres km, en días complicados se amplía a cinco), restricción en ciertos momentos de los pinganillos en los corredores y, como principal novedad y que será protagonista en esta Vuelta, el uso de tarjetas, cuál sanción futbolera.

Cabe destacar que todo esto ahora mismo es un banco de pruebas desde el pasado 1 de agosto, y que el 1 de enero de 2025 tendrá oficialidad y efecto sancionable, pero por eso ahora están haciendo uso de varias de estas medidas porque, creen, habrá cosas que modificar. Y La Vuelta será importante para ello. La Base de Datos de Incidentes de Carreras de la UCI, establecida en colaboración con la Universidad de Gante, Bélgica, en 2021 muestran que alrededor del 49% de los accidentes actuales ocurren en los últimos 40 km de una carrera, por lo tanto, esos tramos son cuando más se trata de reforzar y aumentar los elementos protectores de seguridad, indicaciones… todo suma.

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Los comisarios de carrera serán los únicos que podrán hacer uso de las citadas tarjetas, siendo publicada esta decisión cada día en el comunicado posterior de las etapas. No solo los corredores podrán recibirlas: coche, motos, directores, auxiliares… toda persona y/o vehículo que esté en la burbuja de la carrera. Kiko García, director técnico de La Vuelta, explica esta medida en AS: “Estas sanciones se basan en 20 artículos que recoge de la UCI de seguridad. Lo que no va a cambiar son las sanciones ya existentes de siempre (por orinar fuera del lugar indicado, tirar basura…). Un ciclista puede recibir una amarilla, y una segunda sería descalificación y siete días de suspensión, pero ese es un tema que todavía queremos tratar, porque no es lo mismo ver dos amarillas en una clásica de un día que en una carrera de tres semanas”.

“Recordamos que nadie será expulsado de La Vuelta. Es todo de prueba. También para los propios comisarios, porque hay veces que no hay cámaras en todos los lados para observar todo. Puede ir un comisario en el cuarto grupo en la moto y por ejemplo es él quien ve algo irregular. Después avisaría al resto y se tomaría la decisión. La idea es ir viendo el funcionamiento y, en un futuro, hacerlo más fluido, e incluso comunicarlo en tiempo real”, añade Kiko. Parte importante para La Vuelta, Kiko para concluir, deja una reflexión importante: “Es un tema en el que todas las familias del ciclismo estamos de acuerdo en cuanto a poner de nuestra parte para reducir los accidentes”. Un germen que se puso en Burgos, el pasado mes de noviembre, en el prestigioso Comité Director de la Asociación Internacional de Organizadores de Carreras Ciclistas (AIOCC), y que está dando pasos para ser una realidad.

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