Nairo triunfa, Froome falla y Thomas se consolida en el Tour
El colombiano se impuso en Saint Lary en la segunda etapa de los Pirineos, que aclaró que el maillot amarillo es el más fuerte del Sky y del Tour.
El Movistar lavó la cara con una victoria de Nairo Quintana. A falta del Tour, una etapa de gran montaña siempre viste. El colombiano conquistó ese triunfo en un escenario grande de los Pirineos, donde no pasaron tantas cosas como se esperaban, pero las que pasaron, todas ellas en el último puerto, fueron relevantes. Sobre todo la crisis de Chris Froome, que dejó definitivamente los galones del Sky sellados en el maillot amarillo de Geraint Thomas. Para Froome peligra incluso el podio, que salvó por 16 segundos. Tom Dumoulin y Primoz Roglic se mantienen como alternativas.
La parrilla de salida no sirvió para nada. El único parecido que tuvo el comienzo de la etapa con la Fórmula 1 fue que Nairo tuvo que cambiar neumáticos en plena subida al Peyresourde. El resto fue una trola. Un invento para la foto sin ninguna incidencia para la competición. El pelotón arrancó suave, se reagrupó, el Sky tomó la cabeza… Y por delante atacaron los de siempre. Ni un jefe de filas arrancó la moto cuando se abrió el semáforo, a excepción de ese Valverde que le ha cogido el gusto a la aventura. Los capitanes se fumaron tranquilamente el primer puerto. Una pena que se desaprovechara así esa desbordante expectación que había generado la jornada con esa innovación y el corto kilometraje. Al final, el espectáculo depende del ánimo de los ciclistas y de las estrategias de los coches. Ni unos ni otros supieron entender la oportunidad.
También se merendaron el segundo puerto, de grato recuerdo para el ciclismo español. Miguel Indurain se vistió de amarillo por primera vez en 1991 en Val Louron. A falta de gestas de hoy, al menos nos quedan las de ayer. Quizá con esa carga histórica en el maillot, Marc Soler tomó las riendas. El catalán siguió tirando en la bajada, y lo hizo también en el inicio del Portet… Y mientras Soler apretaba por detrás, su compañero Valverde lo hacía por delante. ¿A qué jugaba el Movistar? Nairo empezó a dar la respuesta con su ataque. Por fin se movían los gallos. Por fin. Aunque todavía no se habían pronunciado los capitanes generales, los que se están jugando realmente el Tour… Y entonces saltó Roglic, valiente, con Froome a su rueda. En juego: los Campos Elíseos. La gloria.
Ahí comenzó una etapa a doble pantalla. Nairo enlazaba por delante con Valverde y Majka. Roglic era cazado por el grupo de Thomas. Nairo y Majka rebasaban a Kangert. El Sky dominaba detrás con cuatro corredores. Nairo se marchaba en solitario. Bardet se descolgaba ante el empuje de Poels. Dan Martin perseguía al colombiano... Todo lo que iba a pasar en esta etapa, estaba pasando en la última subida. Ya sin tregua.
Y especialmente en los últimos dos kilómetros. Fuera antifaces. Roglic atacó y Froome enseñó sus fisuras. Dumoulin contraatacó y Froome mostró el roto. Roglic volvió a la carga y se marchó con Thomas. El maillot amarillo es el más fuerte del Tour. Ya no hay dudas para el Sky. Dumoulin se reenganchó. Froome, no. Iba tocado. Igual que Landa. Quintana se coronaba por delante como vencedor, pero su carrera este año es otra. Detrás estaba en juego el Tour. Geraint Thomas, superior, se permitió incluso aumentar la diferencia. Cuando aún faltan un encadenado Aspin-Tourmalet-Aubisque y una contrarreloj, sería una osadía dar el Tour por terminado. Pero Thomas ha dado un gran paso. Sobre todo dentro de su equipo.