Los Pirineos y la crono, traca final para decidir el Tour
La jornada de Bagnères-de-Luchon, la etapa de 65 kilómetros con llegada al inédito Portet, la jornada del Tourmalet y el Aubisque y la crono de Espelette decidirán al ganador del Tour.
La última semana del Tour de Francia deparará una apasionante lucha por ver quién viste el maillot amarillo este domingo en los Campos Elíseos de París. Mientras que los Alpes dejaron patente el dominio del Sky con Froome y Geraint Thomas, que se impuso en las cimas de La Rosière y Alpe d'Huez, los Pirineos intentarán ser lugar de emboscadas para poner en aprietos al equipo británico antes de la crono de Espelette, que no es ideal para los especialistas. A continuación analizamos las etapas que se presentan decisivas en esta última semana del Tour de Francia 2018.
Etapa 16: Carcasona - Bagnères-de-Luchon (martes 24 de julio)
La primera gran jornada de los Pirineos llevará a los corredores por un recorrido de 218 kilómetros entre Carcasona y Bagnères-de-Luchon. Los corredores tendrán unos 120 kilómetros relativamente tranquilos con la Côte de Fanjeaux (4ª, 2,4 kilómetros al 4,9%) y la Côte de Pamiers (4ª, 2,3 kilómetros al 5,8%) como principales dificultades. A partir del sprint intermedio de Saint-Girons, la carretera irá picando hacia arriba hasta afrontar la primera subida del día, el Col del Portet d'Aspet, de segunda categoría con sus 5,4 kilómetros al 7,1% y dos kilómetros finales muy duros al 9-9,5%. Tras un breve descenso, los ciclistas subirán el Col de Menté, de primera categoría con sus 6,9 kilómetros al 8,1% con rampas constantes del 8% y una rampa final al 9%. Un rápido y peligroso descenso llevará a los ciclistas a Saint-Béat, desde donde tendrán 20 kilómetros de terreno pestoso con paso por Lérida antes de iniciar la subida por la vertiente española al Col du Portillon, de primera categoría con sus 8,3 kilómetros al 7,1% y rampas constantes del 7-8%, que coronarán a 10 de meta para afrontar un rapidísimo descenso camino de la meta de Bagnères-de-Luchon.
Etapa 17: Bagnères-de-Luchon - Saint-Lary-Soulan Col du Portet (miércoles 25 de julio)
La segunda jornada en los Pirineos es una de las grandes novedades del Tour de Francia 2018 con un exigente recorrido de 65 kilómetros entre Bagnères-de-Luchon y Saint-Lary-Soulan, con la llegada en alto al Col du Portet. Además del curioso sistema de salida, similar al de la parilla de formación de la Fórmula 1, los ciclistas tendrán que hacer frente a un recorrido en el que, nada más salir, deberán realizar la ascensión a la Montée de Peyragudes, de primera categoría con sus 14,9 kilómetros al 6,7% con rampas entre el 6 y el 8% durante toda la subida. Un descenso de 12 kilómetros llevará a los ciclistas al sprint de Loudenville antes de realizar la subida al Col de Val Louron-Azet, de primera categoría con sus 7,4 kilómetros al 8,3% con un tramo inicial duro con rampas que oscilan entre el 9-10%. Desde aquí realizarán una rápida bajada hacia Saint-Lary-Soulan, donde iniciarán la subida final al Col du Portet, cima inédita en el Tour de Francia con sus 16 kilómetros al 8,7% que le hacen merecer el título de puerto Hors Categorie y el Souvenir Henri Desgrange de esta edición 2018 con cima más alta de la prueba. Una llegada que no dará respiro a los ciclistas ya que los tres primeros kilómetros al 10% harán una primera criba en el pelotón. Desde aquí el porcentaje se mantiene constante entre el 8-9% antes de llegar a un ligero descanso para afrontar 3 kilómetros al 8-9%. Los tres últimos kilómetros también prometen dureza con una rampa final al 10% antes de meta.
Etapa 19: Lourdes - Laruns (viernes 27 de julio)
El Tríptico de los Pirineos se cerrará con un recorrido de 200 kilómetros entre Lourdes y Laruns que atravesará algunas de las cimas más míticas del Tour. Después de 66 kilómetros con la Côte de Loucrup (4ª, 1,8 kms. al 7,2%) y la Côte de Capvern-les-Bains (3,4 kms. al 5,1), los ciclistas llegarán a Arreau para afrontar el primer gran puerto del día, el Col d'Aspin, de primera categoría con sus 12 kilómetros al 6,5%. Desde aquí tendrán un descenso de 12 kilómetros hasta llegar a Sainte-Marie-de-Campan, donde iniciarán la subida a uno de los colosos del Tour, el Col del Tourmalet, puerto Hors Categorie y Souvenir Jacques Goddet con sus 17,1 kilómetros al 7,3. Tras 5 kilómetros iniciales al 4-5%, la carretera se endurecerá camino de La Mongiecon rampas entre el 7 y el 10% antes de afrontar 5 kilómetros finales al 9%. Tras un largo descenso hacia Luz-Saint-Saveur, los ciclistas llegarán a Argelès para afrontar el encadenado final con las subidas al Col des Bordères (2ª, 8,6 km. al 5,8%), y tras un ligero descenso, a la subida final al Col d'Aubisque por el Col du Soulor, una ascensión Hors Categorie de 16,6 kilómetros al 4,9% con una primera parte muy constante al 8% hasta coronar Soulor y un ligero descenso antes de llegar a 3 kilómetros al 7% antes de coronar la cima para frontar 20 kilómetros de descenso (si la carretera está reparada) hacia la meta de Laruns.
Etapa 20: Saint-Pée-sur-Nivelle - Espelette (sábado 28 de julio)
La última etapa decisiva en la lucha por la general del Tour de Francia 2018 será una contrarreloj individual de 31 kilómetros entre Saint-Pée-sur-Nivelle y Espelette antes del paseo triunfal por París. Será una crono repleta de cotas, que no beneficia a los contrarrelojistas puros, ya que de salida los ciclistas subirán el muro de Hergaray antes del paso por el primer punto intermedio de Ustaritz. El recorrido seguirá con subidas y bajadas en el segundo tramo camino del paso intermedio de Souraïde-Xurxurieta para afrontar un tramo final con el muro del Col de Pinodieta (900 metros al 10,2%) antes de un rápido descenso a la meta picando para arriba de Espelette.