Colombia domina el Tour al sprint: doblete para Gaviria
El velocista del Quick Step se impuso en una apretada llegada a Sagan y Greipel. La fuga rozó la sorpresa. Una caída a 5 kilómetros puso más suspense.
Fernando Gaviria hizo dos sprints en uno. El primero, que parecía ganado, casi lo pierde. El segundo, que parecía perdido, lo ganó. Gaviria pegó un primer arreón a la estela de su lanzador. Todo apuntaba a que iba a lograr su segunda victoria con facilidad, a que iba a justificar por qué el resto de equipos no habían colaborado en la caza de la escapada con el poderoso Quick Step. Su dominio abruma. Pero en ese puñado de segundos que dura una volata hubo todavía una segunda parte. Andrei Greipel remontaba por detrás. También Peter Sagan. El colombiano tuvo que volver a acelerar. Foto-finish. ¿Quién había ganado de los tres? El mismo que el primer día: Gaviria lleva dos triunfos en tres sprints. Su única derrota fue por una caída. Sin accidentes, nadie puede tumbarle en la última recta. Tiene 23 años. Hay mucha gloria en sus piernas.
Antes de este sprint anunciado, la etapa tuvo a sus valientes de turno. Uno de esos fugados del día, Anthony Pérez, disputa su segunda grande en este Tour. La primera fue la Vuelta del año pasado, que vivió de una manera muy especial por sus orígenes españoles, concretamente jiennenses. Sus abuelos son de Arjonilla. “Cuando era niño iba a ver el Tour porque pasaba delante de casa, pero la Vuelta tenía un aura más mística para mí. No podía ir a verla, pero me imaginaba siendo parte de ella”, declaró entonces el ciclista del Cofidis. Ahora ya puede decir que ha formado parte de ambas… Y en ambas ha participado en escapadas.
Pérez compartió la aventura con Jérôme Cousin (Direct Energie), Guillaume Van Keirsbulck (Wanty-Gobert) y su compañero Dimitri Claeys. La presencia de dos corredores del Cofidis dio alegría a la fuga, que llegó a rozar los ocho minutos, lo que obligó a los equipos de los velocistas a ocupar la cabeza a más de cien kilómetros de la meta. No querían dejar pasar una oportunidad en esta semana que se presenta más propicia. O eso aparentaban. A 50 kilómetros, el suspense inundó la etapa, porque se produjo una montonera en el grupo principal, con ilustres implicados como Dan Martin, Marczynski, Gesink, Fuglsang y Amador, que volvió a subir la diferencia: de 1:30 a 3:00 minutos. Este suceso y la buena gestión de fuerzas del cuarteto mantuvieron una intriga inesperada. También la actitud del pelotón, que cedió la tostada al Quick Step de Gaviria durante la parte decisiva de la persecución.
Para añadir salsa a un final que ya se presentaba bien aderezado, el pelotón se transformó, a falta de 5 kilómetros, en un dominó de la mitad hacia atrás. Otra montonera. Y van... El Sky tomó el mando con fiereza, por si acaso había algún rival descolgado. Primero golpea y luego pregunta. Landa tuvo que sacar el pie. Las imágenes de televisión mostraban a Urán y Zakarin descolgados. Al final sólo el ruso cedió tiempo: 59 segundos. Este accidente aceleró la captura, más que frenarla, y dejó en bandeja el embalaje, como se dice en Colombia. Vaya en honor al doblete de Gaviria. Impresionante otra vez. Pérez tendrá que esperar para alzar los brazos en una de las dos carreras de sus amores, como ya lo ha hecho dos veces en Luxemburgo y otra en Languedoc. Como consuelo pasó primero por la única cota del día: Saint Jean de la Poterie.
Van Avermaet conservó el maillot amarillo. Algo tan habitual en cualquier grande se convirtió en noticia en este Tour, que había visto subir al podio a tres líderes diferentes en tres días: Gaviria, Sagan y el actual. Sólo ha ocurrido 16 veces en 105 ediciones. Y, por supuesto, ninguna con un colombiano en la terna.