La victoria de Chris Froome en el Giro de Italia forma parte de la historia del ciclismo pese a que el británico aún está pendiente de la resolución de su caso por su positivo por salbutamol en la Vuelta a España de 2017. Froome ha dejado momentos destacados durante la 101ª edición de la corsa rosa además de unos datos de rendimiento brutales en el que ya es considerado como el Giro de Italia más rápido de la historia. A continuación repasamos algunas de las cifras que han hecho campeón al ciclista del Sky en las carreteras italianas recogidas por la plataforma Velon durante el Giro.

Monte Zoncolan, primer aviso de Froome

Después de un inicio repleto de dudas tras su caída antes de la crono de Jerusalén y ceder un minuto con Yates en el Gran Sasso y 40 segundos de nuevo con su compatriota en las rampa de Osimo, llegó la subida al Monte Zoncolan, que Froome había preparado a conciencia y, a 4 kilómetros de la cima, Froome atacó en una rampa del 15,4% promediando una potencia de 465 vatios y una velocidad media de 12,4 km/h durante los 1,3 kilómetros posteriores al ataque para sellar su triunfo en la mítica cumbre.

Prato Nevoso, impulso para la traca final

El esfuerzo de Zoncolan pesó en Froome, que cedió 1:32 con Yates en la jornada de Sappada y casi un minuto con Dumoulin, aunque logró rehacerse en la crono de Rovereto, regresando al Top-5. Froome demostró que su rendimiento mejoraba y en la jornada de Prato Nevoso logró resistir junto a Tom Dumoulin después de que este lanzase un ataque a 2 kilómetros de meta durante 45 segundos con una potencia media de 650 vatios y una velocidad media de 30,5 km/h en la aceleración para soltar a Simon Yates.

Froome dinamita el Giro en Finestre y Sestriere

El momento decisivo de Froome tuvo lugar en la 19ª etapa durante la subida a la Colle delle Finestre. Después del duro ritmo marcado por sus compañeros del Sky en los primeros kilómetros de la ascensión, que eliminó a Simon Yates de la general, Froome atacó en el kilómetro 10 de la subida antes del inicio del tramo de sterrato. Este lunes la plataforma Velon desveló a través de una firma en un maillot rosa de Froome la cifra que reventó el Giro. Durante 3 kilómetros de la subida al 9,3% de media, Froome rodó con una potencia media de 397 vatios para llegar a la cima del puerto con 41 segundos de ventaja sobre el grupo de Dumoulin.

Froome amplió aún más la ventaja con sus perseguidores, ya que completó el descenso en 12 minutos y 15 segundos con una velocidad media de 53,4 km/h y picos de hasta 80 km/h en algunos tramos, recordando aquel descenso del Peyresourde que hizo camino de Bagneres-de-Luchon en el Tour de 2016. Por su parte, Tom Dumoulin completó el descenso en 13:05, 50 segundos más lento que Froome, a una velocidad media de 49,6 km/h y máxima de 75 km/h.

La diferencia de Froome con Dumoulin también creció en los siguientes kilómetros, ya que completó la subida al puerto de Sestriere en 16:16 con u a velocidad media de 23,2 km/h y picos de hasta 31 km/h, mientras que Dumoulin subió en16:55 con una media de 22,2 km/h y picos de 30 km/h.

Froome completó los 184 kilómetros de la etapa en 5 horas, 12 minutos y 26 segundos con una media de 35,3 km/h (la máxima prevista por la organización era de 36) y topes de hasta 85 km/h para situarse por primera vez como maglia rosa del Giro.

Exitosa defensa del liderato en Cervinia

Froome completó una exigente etapa en 5:49:51 con una potencia media de 280 vatios y una velocidad media de 37,3 km/h y en la que quemó cerca de 6.200 kilocalorias. Además de aguantar los numerosos ataques de Dumoulin en la cima final, Froome llegó a rodar en el tramo final de la subida con una potencia media de 420 vatios y picos de hasta 760 y 41 km/h cuando salió en persecución de Dumoulin y cuando le llegó a soltar brevemente con un ataque.

Cifras finales para ganar su primer Giro

Froome realizó los 3.572 kilómetros de la prueba en un total de 89 horas, 2 minutos y 39 segundos a una velocidad media de 40,1 km/h, convirtiéndose en el ganador del Giro de Italia más rápido de la historia, ayudado en parte por el alto ritmo en la crono de Jerusalén (Dumoulin ganó con una media de 48,3 cuando la máxima prevista era de 45), y las etapas de Osimo e Iseo, donde se rodó a una velocidad de 3 km/h mayor de la máxima prevista por la organización. Además, Froome tuvo que hacer frente en la ronda italiana a 50.258 metros de desnivel positivo y durante la carrera dio cerca de 450.000 pedaladas.