Carapaz, sexto y mejor joven: "Ojalá conserve el buen nivel"
El ecuatoriano entró con los mejores en el Etna, ganó en Montevergine y en el Gran Sasso volvió a llegar con los favoritos. Es la revelación del Giro.
Richard Carapaz cumplirá 25 años el próximo 29 de mayo. Pese a su juventud, ya es padre de dos niños, Richard Santiago y Aimy Sofía. Este domingo, en la jornada del Gran Sasso, Santiago cumplió cuatro añitos: “A ellos les dedico mis logros, les considero una inspiración diaria y les echo mucho de menos, como a mi esposa (Tania)”. En Pamplona comparte piso con Jhonatan Narváez, compatriota ecuatoriano del Quick Step. El escalador del Movistar aprovechará este lunes el día de descanso para “reposar y soltar las piernas y hablar un poco más por teléfono” con su familia y sus amigos.
Porque Carapaz se ha exprimido durante la primera semana del Giro 101. En el Etna entró con los mejores, en Montevergine alcanzó la primera victoria para Ecuador en la carrera italiana (y también en cualquiera de las tres grandes) y en el Gran Sasso resistió con los favoritos y luchó por vencer hasta los últimos metros. “Acumulo bastante desgaste”, asume con humildad. Sus excelentes prestaciones le han catapultado en la general: marcha sexto, a 1:20 de Simon Yates, y lidera la tabla de los jóvenes. Aventaja en 1:14 al colombiano Supermán López y en 1:16 al australiano Ben O’Connor.
Para las dos semanas que restan de competición espera “conservar el buen nivel”: “Demostré en la Vuelta de 2017 que recupero, rindo y me adapto a la exigencia de 21 etapas”. Entonces acabó 36º, en su debut en una gran ronda. Llegó a Israel de conquistar El Acebo y la Vuelta a Asturias, y en este Giro, después de conseguir el triunfo de Montevergine, no desea ponerse límites: “Me encantaría aguantar la maglia blanca hasta Roma. Veremos cómo se desarrollan las jornadas que nos restan. Ojalá pudiera pelear por otro éxito en las montañas y terminar lo más arriba en la clasificación final”.