Landa, Nairo y Valverde ruedan en la 'trampa' de pavés del Tour
Los tres líderes del Movistar estuvieron reconociendo in situ la novena etapa del Tour que tendrá 15 tramos de pavés, así como probando materiales.
Si hay una etapa del próximo Tour de Francia (del 7 al 29 de julio) que los aspirantes tienen marcada en rojo por su peligrosidad, esa es la novena. Se celebrará el 15 de julio y el pelotón se encontrará con una jornada de 154 km salpicada por 15 tramos de pavés (21,7 km en total) que forman parte del recorrido de la París-Roubaix. “Un día donde se puede perder todo”, avisó el ya retirado Alberto Contador al conocer el trazado. Por eso el Movistar, aprovechando que el pasado domingo se disputó el Monumento conocido como Infierno del Norte, estuvo ayer con sus tres líderes (Mikel Landa, Nairo Quintana y Alejandro Valverde) reconociendo una etapa que huele a trampa.
El tridente que el equipo español tiene planeado llevar a la ronda francesa rodó junto a Soler, Erviti y Sütterlin tomando notas del trazado, como reveló uno de los directores, José Luis Arrieta: “Lo que queríamos era ver in situ el terreno, dónde están y cómo son las entradas de cada tramo, los sitios que pueden ser claves… Está claro que en carrera todo va a cambiar, pero seguro que nos va a servir. Además, hemos tenido suerte en cuanto a la meteorología y hemos visto a la perfección el terreno”.
Un análisis que no sólo fue estratégico, sino técnico: ”Teníamos aquí todo el material de Roubaix y hemos probado diferentes ruedas, presiones de neumáticos… y cada uno ha visto qué es lo que le va mejor”. No obstante, no era el primer contacto de los líderes con el adoquinado esta temporada. Alejandro Valverde (11º a 59 segundos del ganador Lampaert) y Nairo Quintana (60º a 6:47) disputaron A Través de Flandes, mientras que Mikel Landa se probó en Harelbeke (86º a 14:05 del vencedor Terpstra y con susto en una montonera). “En el Tour, en cada etapa puedes perder todo y en esta mucho más. Se va a necesitar estar bien, conocer el terreno... y también tener suerte, porque un pinchazo o avería te puede hacer perder mucho tiempo”, advierte Arrieta.
La inclusión de adoquín en una etapa del Tour no es nueva. En 2015 y 2014 ya hubo jornadas de pavés con diferentes resultados. Porque si en 2015 no supuso grandes consecuencias (salvo para un Pinot desquiciado por las averías), aún se recuerda la escabechina entre la lluvia y el barro del año anterior, donde Nibali empezó a forjar su victoria en París siendo el mejor entre los favoritos en una etapa donde Froome se retiró tras dos caídas en los primeros 80 km, y Contador se dejó casi tres minutos. En ninguna de esas dos ediciones hubo tantos kilómetros de pavés como se encontrarán este año. Y el Movistar quiere estar preparado.