La nueva vida de Contador
El ciclista visitó AS para hacer un repaso de su carrera. Sobre su adiós: “Estoy mentalizado de que he tomado la decisión correcta”.
A pesar de que Alberto Contador se encuentra en sus primeros días como ‘jubilado’ del ciclismo profesional, su agenda no se ha vaciado en absoluto. En ella saca un hueco para visitar la redacción de AS, aún con cierto cansancio por el jet-lag después de cumplir con compromisos en Japón y Shanghái, donde se puso su último dorsal. No estará mucho tiempo en casa, porque debe marcharse a Londres, para asistir a una feria de ciclismo: “Poner punto final a una carrera de 15 años no es fácil, pero la verdad es que estoy bastante ocupado”.
Aunque quizá en su actitud relajada se nota que entre esas ocupaciones “ya no está la de salir todos los días a entrenar”. Sigue sin arrepentirse de haber dejado el profesionalismo: “Hasta mi madre aún dice que no le ha compensado que su hijo sea ciclista. A pesar de los éxitos, de los días felices, esa tensión cuando competía, con el peligro de las caídas, no lo llevaba bien”. En su caso, destaca que no tener que estar pendiente del peso, de los sacrificios, es en lo que más ha notado la retirada.
Sin embargo, no ha roto lazos con el ciclismo. El equipo de su Fundación, el Polartec-Kometa que este año dará el salto a categoría continental, le mantendrá ligado a su deporte. Un equipo internacional, con cuatro españoles pero donde se mezclan nacionalidades como italiana, austriaca y hasta eritrea, que funcionará como una especie de filial del Trek-Segafredo. Donde además revela que se planteó seriamente correr un año antes de la retirada.
Esa opción ya no existe. “Estoy supermentalizado de que tomé la decisión correcta... en el momento correcto”. De hecho, aunque está tan reciente su última victoria en el Angliru y el baño de masas que significó la Vuelta, el ya exciclista de Pinto está en ese momento de hacer balance, de mirar hacia atrás. “Estamos grabando un documental sobre mi carrera y me ha tocado visitar lugares como Fuente Dé o el propio Angliru”.
Y en esa mirada atrás, no puede evitar hablar de sus orígenes, de aquellas vivencias que le formaron y que ahora intenta inculcar a los jóvenes de su equipo y de su escuela. De cómo su hermano le metió el gusanillo del ciclismo, de cómo logró su primera bicicleta... De todo aquello que le hizo, ya en la élite y convertido en una estrella, “saber valorar todo lo que he conseguido en mi carrera”.