Las 200 nuevas rutas para recorrer el mundo en bicicleta
Un libro que incluye 200 nuevas rutas por todo el mundo con las que disfrutar de paisajes increíbles y más kilómetros en las piernas.
Que la bici está de moda es una obviedad. Ya sea por hacer deporte, por llevar una vida sana o por contribuir a que haya menos contaminación en las ciudades, cada día son más los que se suman a moverse en bici para ir a trabajar o a la compra o para salir los fines de semana de ruta. Eso sí, a veces da la sensación de que siempre se hacen los mismos caminos, y el ciclista quisiera cargar la bici en el coche e ir a probar nuevos caminos. ¿Y qué tal si proponemos un libro con 200 nuevas rutas por todo el mundo con las que disfrutar de paisajes increíbles y más kilómetros en las piernas? Las mejores rutas del mundo en bicicleta recoge los recorridos inolvidables de varios ciclistas.
Para algunos, el ciclismo es una mera forma de evadirse y no va más allá de preparar unos bocadillos y perderse en el horizonte con el viento a favor. Pero otros van más y, provistos de GPS, se adentran en las zonas más agrestes de la Patagonia o el Himalaya, sin más impulso que el de sus piernas y el deseo de ver qué hay a la vuelta de la esquina. Y este libro intenta reflejar eso, los distintos niveles de dedicación, ofreciendo algunos caminos con lo que poder disfrutar todos.
Aquí se han seleccionado algunas de las mejores rutas y experiencias que se pueden tener sobre dos ruedas, tanto para un ciclista ocasional como para el fanático propietario de todo un arsenal de ingenios de fibra de carbono. Los escenarios varían desde los lugares más remotos, como pueden ser Mongolia, Bután y las Hébridas Occidentales, hasta las ciudades del momento o islas de ensueño perfectas para unas vacaciones en bici. Algunas excursiones se hacen en un par de horas, mientras que otras exigen un día o dos, o incluso una semana o más de un mes.
El libro, preciosamente encuadernado en una edición casi de lujo de Lonely Planet (27,50 euros), está organizado de tal manera que cada capítulo agrupa distintos relatos, en primera persona, de fantásticas salidas realizadas en un mismo continente. Se incluye una hija de ruta que ayuda a planificar el viaje: cuál es la mejor época del año, cómo llegar o dónde alojar. Además, se ofrecen indicaciones sobre la complejidad del recorrido en cuanto al terreno, la distancia o el clima, así como sobre la dificultad que supone (pendiente, distancia, ausencia de tiendas de comida, etc.). Y al final de cada relato se encuentra una sección con otras propuestas similares, no necesariamente referidas a ese mismo continente.
La bicicleta es el medio de transporte ideal para los amantes de los viajes, pues permite desplazarse más rápidamente que a pie, pero sin las dificultades o limitaciones que puede tener el automóvil (ni su contaminación hacia el entorno). El ciclista es libre de seguir sus antojos, descubrir los límites de su resistencia o detenerse a descansar donde quiera. Con este libro se espera demostrar que no hay una forma más simple de descubrir un lugar, una cultura y gente mejor que sobre dos ruedas.
Lo más importante de cada historia es que motive a montar en bicicleta (quitarle el polvo e hinchar las ruedas, si hace falte) y a explorar nuevos paisajes con total libertad. Y este es un libro que invita a recorrer el mundo, o la ciudad, sobre dos ruedas.