La selección española de ciclismo protagonizó una de las grandes decepciones en la prueba en ruta de los recientes Mundiales de Bergen. Mientras que potencias como Australia (Matthews fue bronce), Italia, Bélgica o Francia colaban a sus ciclistas en el Top-10 de la clasificación, España no logró colar a ningún ciclista en el grupo cabecero que se jugó la victoria, ya que Jonathan Castroviejo fue 31º, a 1:04 del tiempo de Peter Sagan.

Por segundo año consecutivo, el equipo español no logró cuajar una buena actuación, ya que en Qatar 2016 tampoco tuvo opciones de luchar por las medallas. Imanol Erviti, 33º, fue el único español que logró terminar la prueba y lo hizo a 5:26 del tiempo de Peter Sagan, que también se impondría en aquella ocasión.

Tanto Qatar como Bergen se presentaban sobre el papel como recorridos ideales para velocistas, un tipo de ciclista que escasea en España. José Joaquín Rojas partía como la principal baza española para el triunfo pero dos caídas le hicieron despedirse de sus opciones, mientras que Iván García Cortina compitió en la categoría sub-23 en lugar de la absoluta, siendo protagonista en el tramo final de la prueba pese a quedar 21º.

A excepción de ciclistas como Cortina, Juanjo Lobato, Carlos Barbero o Jon Aberasturi (estos tres últimos no fueron a Bergen) España no se caracteriza por tener hombres rápidos en el panorama ciclista actual, una carencia que en muchas ocasiones ha suplido Alejandro Valverde con esa punta de velocidad en finales en muro.

Las miras del equipo español ya están puestas en los Europeos de Glasgow del año que viene pero sobre todo en los Mundiales de Innsbruck, que presentan un recorrido con puertos duros que es idóneo para las características de ciclistas españoles como Mikel Landa, David de la Cruz o Alejandro Valverde, que podría conseguir su primer Mundial a sus 38 años en la ciudad austriaca tras ser plata en 2003 y 2005, y bronce en 2006, 2012, 2013 y 2014.