Erviti, 33º, peor puesto español en un Mundial desde 2002
España no ocupaba un lugar tan bajo desde el Mundial de Zolder, donde Igor Astarloa ocupó la 59ª posición. El navarro fue el único de los nueve españoles que terminó.
"No es un circuito donde tengamos opciones", dijo Javier Mínguez en la previa del Mundial de Doha. No pudo estar más acertado el seleccionador español. España no tuvo su mejor día en la prueba élite: de sus nueve corredores, solo terminó uno, Imanol Erviti. El navarro, que acabó en 33ª posición, es el peor resultado de España en unos Mundiales de fondo en carretera desde Igor Astarloa en 2002, cuando terminó 59º en Zolder (Bélgica).
La carrera para los españoles acabó temprano, bueno, cuando quiso Bélgica para ser exactos, que fue a falta de 175 kilómetros de meta. Aprovechando el cambio en el trazado qatarí para formar abanicos, Keukeliere, Naesen y compañía pusieron un marcha más y el pelotón se deshizo en mil pedazos. No había transcurrido ni un tercio de la etapa y las opciones del equipo español se habían esfumado de un plumazo. El combinado belga hizo un estropicio que fragmentó a los ciclistas españoles en numerosos grupos, siendo Imanol Erviti el mejor colocado en el segundo grupeto.
Juanjo Lobato (venía como jefe de filas del equipo español), Jonathan Castroviejo y Diego Rubio fueron los primeros españoles en ser descalificados. Fue en el primero de los diez pasos por línea de meta cuando se bajaron de la bicicleta, a 100 km del final. El resto, menos Erviti, que lo seguía intentando ("dejé todo lo que tenía. Mala suerte que me quedase con los alemanes en el segundo grupo; nos faltó poco para enlazar") cayó a falta de dos vueltas: De la Cruz, Maté, Fraile, Ventoso y Barbero fueron eliminados a falta de 30 kilómetros para concluir.
Finalmente, Erviti llegó a meta y salvó el honor del equipo español. El navarro llegó a 5:26 del ganador, Peter Sagan, siendo el único de los pupilos de Mínguez en terminar la etapa. Con esta 33ª posición, el navarro igualó la peor posición de España en un Mundial de fondo en carretera desde Zolder 2002, donde Igor Astarloa concluyó en 59ª posición. Un Mundial, el de Zolder, en el que España jugaba la baza de Óscar Freire, pero rápidamente se fue al traste por una avería mecánica del cántabro. Aquel año el ganador fue el sprinter italiano Mario Cipollini, mítico velocista italiano al que hemos tenido que recurrir para recordar una actuación española tan nefasta como la vivida en Doha.